La democracia sindical tiene una agenda pendiente, señala Encinas al homenajear a Demetrio Vallejo

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La misma terquedad y entereza que en vida tuvo el luchador social Demetrio Vallejo Martínez (El Espinal, Oaxaca, 7 de noviembre de 1910​-24 de diciembre de 1985) llevó a exferrocarrileros a lograr que el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos (MNFM) acoja la imagen en piedra de este defensor del sindicalismo, preso político en Lecumberri, hombre de congruencia y líder ferrocarrilero, de cuyo quehacer quedan rastros: aquellos que enarbolan hoy los hombres y mujeres por quienes luchó.

Con el gritos de “¡viva Vallejo!” entonados por ex trabajadores del tren, la tarde de este sábado 4 de diciembre fue develado el busto de este luchador social mexicano en el patio principal del museo, gracias al esfuerzo de Narciso Nava y Donato Blas, y a otros ferrocarrileros que desde 2013 gestionaron y lucharon por ello. 

En el acto festivo, memorioso y de tono triste pues en unos días se cumple el aniversario número 36 de la muerte de Demetrio Vallejo, el subsecretario de Derechos Humanos y Migración de la Secretaría de Gobernación (Segob) federal, Alejandro Encinas Rodríguez recalcó que todavía hay una agenda y retos pendientes en materia de democracia sindical, los mismos por los que luchó Demetrio Vallejo.

“Si bien ha habido avances importantes en el ámbito de la democracia sindical, (pues) ya tenemos por primera vez el voto universal, libre, directo y secreto para elegir a los miembros sindicales (…), y hay otros avances promovidos por presidente Andrés Manuel López Obrador como la recuperación en términos reales del salario mínimo, hay varios retos: el terminar con el charrismo sindical, la corrupción y las amenazas”, dijo en referencia a Víctor Flores Morales, actual líder nacional del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana. 

Acompañado por Teresa Márquez Martínez, directora del Centro Nacional para la Preservación del Patrimonio Cultural Ferrocarrilero y del MNFM; integrantes de la Cooperativa Pascual que recuerdan y reconocen el papel de Vallejo en el movimiento que le dio triunfo a la refresquera Pascual, de 1982 a 1985, que derivó en la creación de la cooperativa; y miembros de la Asociación Juvenil Demetrio Vallejo, Alejandro Encinas mencionó además que es importante tener “centros de memoria” como el MNFM y su trabajo de preservación de la cultura ferrocarrilera.  

De paso, lamentó que se haya desmantelado y enajenado dicho patrimonio, limitando la capacidad de desarrollo del país a través de este medio de transporte. Consideró que el llamado Tren Maya dinamizará al sureste del país en materia turística y desarrollo económico. “Era un proyecto que planteaba Demetrio Vallejo y hoy se va a hacer”. 

“No hay que dejar nunca de tener en la memoria a Demetrio y las causas que él representó. Fue, sin lugar a duda, uno de los líderes obreros más importantes en la historia del país y su legado sigue vigente”, expuso. Por tanto, dijo que retomará la propuesta de llevar los retos del luchador social a la Rotonda de los Hombres Ilustres, en la Ciudad de México, pues es un reconocimiento legítimo por su “disciplina, convicción y su carácter irredente frente a la injusticia”. 

En su turno, Teresa Márquez dijo que homenajear a Demetrio Vallejo es una de las cosas “que mueve y conmueve” al gremio ferrocarrilero. Señaló que de origen zapoteco, fue ferrocarrilero desde los 18 años -cifra luego corregida pues seguidores dijeron que su vida en el tren comenzó a los 10 años-, encaminándose luego a la lucha por la democracia sindical del gremio, fundador de sindicatos, líder de insurgencias obreras, dirigente de huelgas, acusado de sabotaje y disolución social que lo llevaron a pasar 11 años cuatro meses en la cárcel, liberado como triunfo del movimiento estudiantil de 1968. 

Continuó que al dejar la cárcel, Vallejo puso sus fuerzas en la creación del Movimiento Sindical Ferrocarrilero (MSF), una corriente depuradora del gremio que después de su éxito fue sofocado por la represión gubernamental, con la complicidad de los líderes sindicales. Dio vida entonces al Partido Mexicano de los Trabajadores y luego formó parte del Partido Socialista Unificado de México, por el cual fue diputado federal hasta su fallecimiento. 

“La develación de este busto es una reivindicación histórica no solo de Demetrio Vallejo sino de todos los ferrocarrileros que lucharon junto a él y lo han seguido haciendo”, resaltó Márquez Martínez. 

Donato Blascoordinador del MSF y luchador al lado de Vallejo, habló del hombre de carne y hueso: “fue un líder nato; se proyectó como un hombre de verticalidad única en sus ideales, un gran mexicano que supo visualizar a tiempo el problema social y político de México (…), en su persona fue muy cuidadoso, pulcro y sencillo en su arreglo personal (…), era de un carácter jovial sin perder el toque de todo un caballero virtuoso.  

“Siempre se le llamó ´compañero Demetrio´, que él aceptaba con sentimiento fraterno, pues sabía que era una expresión de distinción y respeto (…) Nació con vocación de servicio, fue leal a sí mismo y a sus convicciones, todas sus virtudes se enmarcaron en la honradez, que fue la bandera de su vida. Era profundamente humano con sus ideales, y su máxima fue: Lo que no soy ni seré jamás, es un traidor a mis convicciones, a mi clase, a mi pueblo, y a mi patria, cualesquiera que sean las circunstancias que la vida me depare”, enunció con la voz entrecortada. 

Para cerrar, Blas reconoció a un ferrocarrilero “de la vieja guardia”, a quien definió como cronista del quehacer sindical, dueño de una pluma que no ha temblado al escribir veracidades: Rubén Ruiz Sánchez. 

Fuente: https://www.lajornadadeoriente.com.mx/puebla/democracia-sindical-tiene-agenda-pendiente/

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