La reforma laboral en México debe tener autonomía y libre determinación, sin injerencias de los sindicatos extranjeros, como ya ocurrió en algunas empresas de los sectores automotriz, dijo Tereso Medina, Secretario General Adjunto de la CTM.
“El gobierno federal tiene que regular las intervenciones extranjeras en las empresas y todos deben ponerse de acuerdo para que gane México, Estados Unidos y Canadá”, clamó Medina, quien también es Diputado Federal.
Agregó que, “hago un llamado a los organismos internacionales sindicales para transitar de la mejor manera posible, queremos que haya piso parejo, porque cuando viene la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), sólo se congrega con ciertos sindicatos y no a todas las representaciones.
“AFL-CIO debe reunirse con la verdadera representación laboral del país, para ponernos de acuerdo en el tránsito a la democracia y preparar una certeza jurídica.
“Así como las empresas se ponen de acuerdo en el Tratado de Libre Comercio (T-MEC), para que haya flujo e intercambio comercial, así nosotros también podríamos hacer acuerdos en el tema (laboral) internacional, esa sería una muy buena noticia para el país”, comentó.
Medina representa 450 mil trabajadores de las ramas automotriz, autopartes, acero, electrodomésticos, manufactura, energía, vidrio, bebidas y alimentos, principalmente de Nuevo León, Coahuila y el centro del país.
Criticó que los aumentos al salario mínimo no cubran lo que verdaderamente requiere el trabajador, ya que no se puede dejar de lado todas las demás acciones positivas que el nuevo modelo sindical puede implementar a favor
“Es necesario que exista una mejor formación, con paz y estabilidad laboral, para renovar las condiciones de salud física y mental de los trabajadores, y acompañamiento jurídico, equidad y paridad de género, entre otros. En medio de esto, se requieren organizaciones que respondan rápidamente a las demandas colectivas, es decir, que sirvan como auténticos representantes de los trabajadores”; explicó.
Señaló que espera que este proceso de transformación laboral no signifique un riesgo de inestabilidad laboral, porque eso ahuyentaría el crecimiento de México y la generación de empleos.
“Por eso le apuesto a que nos pongamos de acuerdo todos y transitemos de la mejor manera posible en la implementación de la reforma laboral, de la cual no estamos en contra. Nuestro objetivo es lograr la democracia sindical, y tenemos que ponernos de acuerdo en el método. No queremos que haya paros de empresas, huelgas, inestabilidad, pues eso no sería una buena noticia para México”, consideró.
Por ello, dijo. se tiene que ver el tema con responsabilidad y compromiso con México para dar entrada a la implementación de la reforma, pero de forma madura y que no se utilice como si fuera un medio para cobrar facturas, descargar venenos y venganzas, porque por ahí perdería el país.
“Ojalá que la reforma laboral signifique un avance para el país, esperamos que no interrumpa el desarrollo y el crecimiento de los empleos, que se oxigene el movimiento sindical, pero que esto no signifique desmontar un corporativismo para poner otro, el que ese montaje dependa de intereses extranjeros, eso sería para mi juicio tanto como estar vendiendo nuestro país en materia sindical a los intereses de afuera”, apuntó.
Por último, comentó que la reforma laboral aprobada hace un par de años representó una oportunidad para mejorar las condiciones de trabajo de la clase obrera, porque está orientada para promover la autonomía de los sindicatos, para que no dependan de grandes organizaciones corporativistas.
Sin embargo, lo que han visto en los últimos meses, es que, en la práctica, se está promoviendo la creación de nuevas centrales obreras que buscan replicar el modelo viejo, sólo que con nombres distintos, y con la diferencia de que lo hacen de la mano de sindicatos estadounidenses y canadienses
Por: El Financiero