La informalidad laboral impacta a más de 31 millones de mexicanos y va de una tasa de 80.7 en estados como Oaxaca; Guerrero (78.2) y Chiapas (78); mientras que en el norte del país, si bien se reduce, no deja de mantener un nivel alto de trabajadores que no cuentan con trabajos dignos.
La informalidad laboral impacta a más de 31 millones de mexicanos y va de una tasa de 80.7 en estados como Oaxaca; Guerrero (78.2) y Chiapas (78); mientras que en el norte del país, si bien se reduce, no deja de mantener un nivel alto de trabajadores que no cuentan con trabajos dignos, como es el caso de Coahuila, 36; Baja California Sur, 36.7; y Nuevo León con 37.1, revelan datos del informe técnico de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami).
De esta manera, la informalidad laboral se ha convertido en un reto para la actual administración que debe incorporar esquemas o políticas que contribuyan a impulsar el empleo informal, destacó Héctor Márquez, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH).
En el informe que presentó la Conasami a los integrantes de los sectores obrero y patronal, destacó que entre el primer trimestre de 2020 y el tercer trimestre de 2021, la informalidad laboral tuvo una variación porcentual de 14.2%; de ahí que los niveles de informalidad impacten a más de 31 millones de trabajadores.
“Por tipo de empleo, al tercer trimestre de 2021 la población formal se encuentra por arriba del nivel prepandemia y 4.8% por arriba del nivel del mismo periodo del año pasado. En el caso del empleo informal, el número de trabajadores se encuentra 2.2% por arriba del nivel prepandemia y 14.2% por arriba del nivel del tercer trimestre del año pasado”, detalla el informe.
Cabe señalar que los trabajadores informales se distinguen por ser laboralmente vulnerables ya que no cuentan con prestaciones como servicios médicos, aguinaldo, vacaciones pagadas, entre otras.
En ese sentido, el informe revela que durante el tercer trimestre de 2021, 30% de los trabajadores informales laboraron en empresas que, aunque contaban con registros contables, no les ofrecían seguridad social.
Asimismo, la informalidad por tipo de unidad económica empleadora disminuyó en Empresas gobierno e instituciones 1.4% y en Trabajo doméstico remunerado en 6.5%.
Lo anterior, se atribuye a la reforma en subcontratación que entró en vigor el pasado mes de abril y que prohíbe la tercerización de personal.
Como dato adicional, la Conasami destacó que la presión sobre el mercado laboral pasó de 19.7% en el primer trimestre de 2020 a 26.4% al tercer trimestre de 2021.
Por: Pilar Martínez