La relaciones laborales en el próximo gobierno

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David Gutiérrez Fuentes

  • 2018-10-11 – 00:33:17

Hace poco, Luisa María Alcalde dio un enfoque de política laboral que me pareció sensato. En primer lugar le puso contexto al entorno en el que se ofrece empleo en nuestro país y del cual se presumen logros desde la habitual demagogia que caracterizó al prianismo depredador que inauguró Fox y cerrará con broche de oro Peña Nieto. El contexto es escalofriante y es un indicador de la precarización del trabajo mediante figuras como el outsourcing de empleos en los que las prestaciones son nulas o casi nulas.
Esta situación ha sido el resultado de más de 25 años de concentración excesiva de poder en un puñado de empresarios que demandan más de lo que han aportado al país y del abandono de las políticas de empleo supeditadas a un libre mercado en el que las Pymes se las han ingeniado para sobrevivir en medio de vicisitudes cada vez más complejas.
Por ejemplo, si reparamos en algunos escándalos de corrupción que hay tras las millonarias licitaciones para grandes obras de infraestructura, es visible que buena parte del empresariado no competitivo, es el que al lado de funcionarios corruptos y políticos del pasado bien definidos como “traficantes de influencias”, juegan roles perversos en una economía con ingresos salariales y prestaciones laborales desiguales y poco equitativas.
Fortalecer el mercado interno mediante una adecuada interlocución entre las instituciones y los empresarios no implica volver la vista al pasado ni copiar modelos obsoletos, como algunos nos quieren hacer creer. Es necesaria la figura de un Estado rector capaz de establecer nexos de colaboración con un empresariado, no el de los grandes consorcios, que también votó por un cambio.
La creación de un enorme mercado laboral mediante figuras en las que los derechos laborales se encuentran casi a la deriva y la falta de interlocución para recomponer el tejido laboral, más allá de los arreglos en tribunales y reformas legalistas para administrar la precariedad de buena parte del empleo “formal”, es una tendencia que llegó a su límite en varios países del mundo y no sólo en México.
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Lucha contra la corrupción y recomposición del tejido laboral, son dos líneas de trabajo que tienen que volver a confluir y en las que me parece que en este sexenio puede haber buen entendimiento entre gobierno y empresarios.
En este sentido, el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, del cual Luisa María Alcalde habló con Carmen Aristegui que regresa merecidamente a la radio, me parece un proyecto sólido que da cuenta del buen entendimiento que tiene que haber entre las Pymes y la próxima administración. Aunque eventualmente otras empresas más grandes formen parte del programa, además del porcentaje del sector público y el sector social que participan también con un 20 y 10 de las capacitaciones.
La cultura de la mediación en todos los ámbitos laborales, impulsada desde la Secretaría del Trabajo, es necesaria en la recomposición del tejido social. Es deseable, y parece muy posible, que el equipo de colaboradores de Luisa María Alcalde jugará un papel más relevante en los próximos seis años como mediador acreditado y participante en la incorporación de los jóvenes al mundo del empleo.

http://www.cronica.com.mx/notas/2018/1096893.html

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