En un año de aplicación del Capítulo Laboral del T-MEC, utilizando el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, México ha recibido cinco quejas del gobierno de Estados Unidos, y en todas ellas, se encontraron como origen diferentes prácticas, de las cuales, al menos seis fueron las más frecuentes.
Se trata de la destrucción de la paquetería electoral en los procesos de votación; de la colusión de las empresas con las Juntas de Conciliación Locales para impedir recuentos por la titularidad de los contratos colectivos de trabajo; despidos injustificados, hostigamiento y amenazas a trabajadores por la actividad sindical; duplicidad de contratos colectivos depositados, uno en lo local y otro en lo federal; no transferir cuotas sindicales; y finalmente porque en la disputa de un contrato colectivo la empresa favoreció a un sindicato y obstruyó a otro.
De dichas prácticas derivaron quejas admitidas por los departamentos de Trabajo y la representación de Economía de Estados Unidos, a través del Comité Laboral Interagencial para el Monitoreo y la Aplicación (ILC); la primera de ellas vinculada estaba vinculada con la empresa General Motors; la segunda a Tridonex; la tercera a Panasonic; la cuarta a Teksid Hierro de México; y la última VU Manufacturing, todas ligadas con el sector automotriz.