México se caracteriza por tener una gran variedad de tradiciones y festividades que se llevan a cabo a lo largo del año, algunas sí están establecidas en la Ley del trabajo. Por eso hoy por medio del Congreso de la Ciudad de México se presentó una iniciativa para poder agregar 5 días festivos de manera oficial.
El objetivo es reformar el artículo 74 de la Ley Federal del Trabajo y así poder sumar más días de asueto para los trabajadores del país.
La propuesta fue hecha por el diputado Nazario Norberto Sánchez, integrante del Partido Morena, argumentando que en México se trabaja demasiado a comparación de otros países.
En caso de que esta iniciativa sea aprobada se tendrían días festivos como descansos obligatorios para trabajadores que anteriormente los días señalados solo eran beneficiados los estudiantes de Educación Básica.
Estos podrían ser los 5 días festivos oficiales con descanso obligatorio
5 de mayo – Aniversario de la Batalla de Puebla
10 de mayo – Día de las Madres
15 de mayo – Día del Maestro
1 y 2 de noviembre – Celebración de Día de Muertos
Por ahora la propuesta fue turnada a Comisiones para su análisis y discusión.
El diputado del Grupo Parlamentario de Morena, Nazario Norberto Sánchez, presentó una iniciativa de reformas al Congreso de la Unión para anexar a los días de descanso obligatorio la festividad del día de los muertos, el aniversario de la Batalla de Puebla, el día del maestro y el día de las madres.
La mesa directiva turnó a comisiones la propuesta que contempla modificaciones a las fracciones IV y VI de la Ley Federal del Trabajo, para sumar a los días de descanso obligatorio: El 5 de mayo, aniversario de la Batalla de Pueblo; el 10 de mayo en conmemoración del día de las madres; y además se adiciona la fracción IV Bis, del mismo artículo 74 para el 15 de mayo en conmemoración del día del Maestro; y el 1° y 2° de noviembre por la festividad de día de muertos.
En la propuesta, se enumeran las razones por las cuales la festividad del día de muertos debe convertirse en una fecha de asueto oficial, porque ha sido celebrada en nuestro país desde tiempos prehispánicos, ha trascendido fronteras, y es una tradición que fue catalogada desde 2008 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En el documento el legislador recalcó que el objetivo de la iniciativa es consolidar el derecho que tiene el trabajador a disfrutar de los días festivos conforme a lo que establece la ley, y disfrutar de las costumbres y tradiciones mexicanas.
Cabe mencionar que al año únicamente los mexicanos tenemos 9 días de asueto, y aún así en ocasiones, la opinión pública y más aún en el ámbito privado, se critica que son muchos los días que permiten estos descansos.
Lo anterior se expone en la propuesta, pero se resalta que, pese a estas críticas sociales, «nuestro país de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México es donde más dedica horas al trabajo. Según datos de 2019 los mexicanos, en promedio, trabajan 2 mil 137 horas al año, mientras que en otros países se tiene un promedio de mil 730 horas, esto quiere decir que en nuestro país se trabaja un 23% más horas».
El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que México dará visas de trabajo de un año a migrantes centroamericanos.
En la mañanera, explicó que esta semana presentará un nuevo plan de trabajo para que los interesados vengan al país a cubrir los puestos en donde se necesita mano de obra calificada.
“Que puedan estar legalmente en el país con visas temporales, porque necesitamos fuerza de trabajo, más si se trata de mano de obra calificada. Nos hacen falta muchos fierreros, soldadores, incluso ingenieros —profesionales para el Tren Maya se están mandando a capacitar a Europa—, conductores, mecánicos; es una labor importante”, apuntó.
Señaló que las condiciones laborales en México, así como los salarios, pueden ser atractivos para trabajadores de otros países.
“Los sueldos en el país están aumentando (…) entonces sí son atractivos como para venir, trabajar 15 días, regresar y volver al trabajo”, dijo, al asegurar que la contratación de centroamericanos no afectará a los mexicanos.
Informó que el presidente de EU, Joe Biden, le envió una carta en la que se comprometió a apoyar más a Centroamérica. “Habla de que ya llevaron a cabo la reunión entre Relaciones Exteriores de México y la asesora de la Casa Blanca (…), que lo está viendo personalmente el presidente Biden y la vicepresidenta Kamala (Harris); estamos trabajando bien”, agregó.
El delegado de la Secretaría del Bienestar en Sonora, Jorge Taddei, señaló que esperan otorgar visas de trabajo a migrantes que llegaron a ese estado tras el fin del Título 42; aclaró que no habrá inconveniente, pues no fueron demasiados y “están trabajando bien el Instituto Nacional de Migración y el gobierno estatal”./Milenio Diario
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya declaró el fin de la pandemia de Covid-19, pero el impacto que ésta dejó en el mercado laboral será permanente, al menos eso esperan los especialistas… y los colaboradores. Los esquemas y las dinámicas de trabajo cambiaron en los últimos años, incluso la forma de relacionarse y de visualizar el empleo.
Grisel Rebollar es analista de datos y desde hace tres años labora prácticamente desde casa. Para ella, el teletrabajo le cambió la vida. “Tomaba el transporte y ‘Dios mío’, me ponía muy de malas porque la gente te empuja, viene de malas, tú también te pones de malas, vienes estresado… Se volvía tedioso”, recuerda los traslados cuando tuvo trabajos presenciales.
Desde que se declaró la emergencia sanitaria por la Covid-19, ella tiene un trabajo remoto que le permite dormir un poco más por las mañanas, pasar tiempo con sus mascotas y dejar de invertir en ropa para “ir a la oficina”. Después de probar el home office, Grisel es muy clara: “Si me dieran a elegir entre ir a una oficina o estar en mi casa, prefiero estar en mi casa, me siento a gusto”.
“En términos de formas de trabajo, el Covid marcó un antes y un después”, afirma Alejandra Toscano, directora general de la firma DNE Consulting. Antes de la pandemia, el home office y los esquemas híbridos eran escasos, pero ahora son una realidad en muchas de las empresas. “Construimos una normalidad de trabajo diferente”, subraya.
De acuerdo con una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la pandemia “marcó un punto de inflexión en la manera de trabajar” y en América Latina se vive una ola de flexibilidad. En la región, el 70% de las empresas usa al menos un arreglo de trabajo flexible.
Gerardo García Rojas, líder de Carrera de Mercer México, asegura que el trabajo remoto “llegó parar quedarse”. Sin embargo, flexibilizar las funciones no sólo es un cambio del lugar donde se trabaja. “Cuando hablamos de esto debemos responder cinco preguntas: ¿Desde dónde se realiza el trabajo? ¿Qué tareas se realizan? ¿Cuándo se tienen que realizar? ¿Cómo se tiene que hacer? Y ¿Quién lo tiene que hacer? En el pasado nos enfocábamos en el dónde, hoy tenemos que resolver estas cinco preguntas”.
Los modelos flexibles se han convertido en una nueva demanda de los colaboradores a medida que priorizan más factores como el balance vida-trabajo. Pero las personas no sólo desean un cambio en torno al lugar donde se labora, según una encuesta de ManpowerGroup, un 45% de los trabajadores desea horarios flexibles y 36% quiere más días de descanso.
Desde la perspectiva de Arleth Leal, CEO de Tutorel y especialista en Recursos Humanos, las nuevas formas de trabajo conllevan un replanteamiento de objetivos y en la manera de liderar equipos. “El liderazgo no puede ser el mismo cuando estamos trabajando con estas características. Además, otro reto importante es tener una visión orientada al bienestar, es decir, cómo nos aseguramos que el colaborador en su casa tenga bienestar con el esquema remoto”.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) asegura que el home office tiene ventajas tanto para empresas como para trabajadores. Para las compañías, este modelo puede representar ahorros de 86,000 pesos anuales por cada empleado; para los colaboradores, el esquema se traduce en beneficios como menores tiempos de traslado, reducción de costos por vestimenta y alimentación, mejor calidad de vida, entre otros.
“No lo cambiaría, pero sí lo mejoraría”
Grisel no cambiaría de modalidad de trabajo, pero reconoce que el home office es un esquema que se puede mejorar. “Me ha costado trabajo porque debes estar al pendiente, porque ni siquiera tienes hora de comida. Cuando estaba en la oficina, terminaba el trabajo y cómo Pedro Picapiedra huyes, y esa división mental de dejar el trabajo ya no la tengo. Ahora te quedas más tiempo conectado”, comparte.
Desde la perspectiva de Arleth Leal, “no nada más se deben mejorar los horarios y esquemas de trabajo, las compañías también tienen que crear mejores experiencias para su retención y eso es parte ya de un nuevo modelo de trabajo, que debe adaptarse rápidamente a los requerimientos y a los cambios, porque ese trabajador que se buscaba antes hoy ya no existe”.
Con independencia del esquema laboral que se implemente, los especialistas coinciden en que una de las claves para asegurar su efectividad será un diseño basado en la comunicación con los colaboradores y un enfoque en los resultados.
“Debe haber claridad del qué tenemos que hacer y el para qué tenemos que hacerlo. Hoy ya no es hacer por hacer, nuestro enfoque debe ser en resultados. Si tú tienes esa visión, los mismos colaboradores son capaces de autogestionarse y entonces los facultas para tomar decisiones sobre sus propias actividades”, opina Alejandra Toscano.
En México, agrega Gerardo García, no existe ninguna organización que no pueda repensar sus esquemas de trabajo y seguir alineada a su modelo de negocio, porque la flexibilidad va más allá del trabajo remoto.
Flexibilidad laboral no es sólo home office
“Era un temor muy grande. Salía de casa con todas las bendiciones del mundo; al regresar, tenía miedo de contagiar a mi familia”, relata Genaro López. Durante la pandemia, trabajaba para una institución pública y nunca dejó de ir a la oficina, su ocupación forma parte de los empleos que no se pueden realizar de forma remota en el país y que equivalen al 90% del total del mercado laboral
A medida que la emergencia sanitaria dio paso al home office y se centró prácticamente como la única alternativa no tradicional de trabajo viable, millones de personas de la fuerza laboral han quedado fuera de la ola de flexibilidad laboral. De hecho, de acuerdo con cálculos del Banco de México, sólo el 10.6% de los empleos en el país pueden realizarse a distancia.
“La flexibilidad va más allá del teletrabajo”, apunta Gerardo García. Para el especialista, la declaración del fin de la pandemia representa una oportunidad de mejorar las estructuras organizacionales. “No es lo mismo la flexibilidad de puestos administrativos que de línea, pero sí hay estrategias y opciones”.
En el último reporte de la serie El futuro del trabajo en América Latina, el BID identifica al menos seis alternativas de esquemas laborales flexibles que no implican trabajo remoto, las cuales pueden considerarse para puestos con actividades presenciales, entre ellos se encuentran los bancos de horas o las semanas comprimidas.
“Hay muchas opciones, el problema es que no se han explorado al nivel que requerimos. Yo le apostaría mucho al tema de las jornadas de trabajo, son sumamente largas, y el problema es que no son tan eficientes”, señala Alejandra Toscano.
En economías desarrolladas como Nueva Zelanda, la jornada laboral de cuatro días fue una política pública para impulsar la recuperación en el contexto de pandemia. En Reino Unido, el experimento masivo de este esquema arrojó resultados interesantes como el aumento de la productividad y laa disminución del ausentismo.
La mayoría de la fuerza laboral en México tiene actividades que no son sujetas de trabajo remoto, y la flexibilidad laboral no ha llegado a ella. “Por ahora no veo un mecanismo que llegue a estos trabajadores, no se ha encontrado una solución para que puedan participar en este cambio”, opina Arleth Leal.
Regulación y cultura, los principales desafíos
En Latinoamérica, según el BID, ya se observan algunos acuerdos de trabajo flexible más allá del home office, pero algunas modalidades aún no cuentan con regulación. “Las medidas tomadas durante la pandemia fueron un paso en la dirección correcta, pero posibilitar una ordenación eficiente de las horas de trabajo es aún una deuda social en algunos países de la región”, indica la institución.
Desde la óptica de Alejandra Toscano, uno de los retos es que en algunas empresas se trabaja el máximo legal sin flexibilidad, porque se ha optado por fijar la cargas laborales hasta el límite, en lugar de incrementar la plantilla. La otra cara de la moneda, agrega, es que suelen ser compañías con grandes desafíos como un alto índice de rotación, ausentismo y retardos.
En este sentido, Arleth Leal subraya que la extensión de la flexibilidad a puestos presenciales requiere de un “análisis e inversión”, pero es necesario para construir empresas más equitativas. “Tendría que ser parte de la decisión y llegar a esquemas que también los beneficien, aunque sigan presencial”.
Al respecto, algunos ejecutivos de Recursos Humanos han reconocido que uno de los grandes retos de la flexibilidad es ampliarla a los puestos operativos, pues el teletrabajo ha abarcado a una pequeña cantidad de la fuerza laboral.
Genaro recuerda esos días en los que quedarse en casa no era opción ni para él ni para sus compañeros y está consciente que por la cantidad de expedientes físicos, era casi imposible trabajar desde casa. Pero sí considera que pudo haber más flexibilidad en horarios y en el retorno escalonado por áreas. “Los contagios comenzaron cuando todos los trabajadores volvieron”, cuenta.
A poco más de tres años de declarada la pandemia de Covid-19 a México, el mercado laboral superó ya todas las secuelas del fuerte contagio y las recaídas que vivió. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), los principales indicadores ya se afianzaron por arriba de lo observado antes de la pandemia, varios de ellos en niveles históricos.
La información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) refleja que en marzo de este año la tasa de participación laboral fue de 60.5% de la población en edad de trabajar, un crecimiento de 0.7 puntos porcentuales en comparación al mismo periodo de 2020.
En tanto, la población ocupada en la actualidad es de 59 millones de personas, 3.5 millones más que antes del impacto de la pandemia. Por otra parte, el desempleo abierto abarca a 1.4 millones de personas, esto es 214,942 menos que hace tres años. Esto, incluso, ha permitido que la tasa de desocupación pase de 2.9 a 2.4%, un nuevo mínimo histórico para el indicador.
A decir de Marcos Daniel Arias Novelo, analista de Monex, las últimas estadísticas laborales reportadas por el Inegi “se ubicaron en sus mejores niveles de la historia económica reciente”. Por ejemplo, agrega, la tasa de desempleo de 2.4% no sólo es un mínimo histórico en México, también es la más baja de los países del G20, lo que nunca antes había ocurrido.
“La fortaleza del mercado laboral es evidente y la inercia vertical que tuvo su origen en el rebote tras los confinamientos causados por el Covid-19 ha permanecido prácticamente intacta. En perspectiva, buena parte de la explicación se relaciona a lo visto con otras variables macroeconómicas”, afirmó.
Desde la perspectiva de Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), “en todos los componentes estamos en niveles similares, ya no hay tanta subocupación. Es bueno que ya estemos recuperando en algunas de estas variables, la informalidad es menor en comparación de marzo del 2020, la desocupación está más baja, la tasa de participación es más alta e incluso es más alta para las mujeres. Realmente hay varios elementos que nos indican que, si bien tenemos un potencial más alto, vamos en un sendero relativamente bueno”.
Entre otros indicadores que muestran una mejoría en el mercado laboral se encuentra la tasa de subocupación, la cual agrupa a las personas que ya tienen un empleo pero con la necesidad de trabajar más horas. En marzo de 2020, su nivel era de 9%, tres años después la cifra se ubica en 6.8 por ciento.
“Ya habíamos visto una recuperación en la participación laboral, pero nos llamaba mucho la atención la subocupación, porque eso nos muestra las personas que trabajan, pero tienen la necesidad de ofrecer más horas, y viendo este indicador, realmente podemos darnos una idea de cuando realmente se recuperan las condiciones y la calidad del empleo”, opina Brenda Flores, analista de la organización México ¿Cómo Vamos?.
Otro indicador positivo que se desprende de la ENOE es que 2 millones de personas se han sumado a la población ocupada en el renglón de subordinados. De este universo, el 93% lo hizo con prestaciones; aunque el personal que no tiene garantizadas prestaciones tuvo un ligero crecimiento de 38,000 en comparación con marzo del 2020.
Sin embargo, Brenda Flores subraya que aunque la recuperación ya es total, el mercado laboral aún tiene un rezago por todos los empleos que no se crearon durante la pandemia, de la cual se declaró su fin recientemente. “Tenemos que considerar todo lo que dejamos de generar, no sólo es recuperar los niveles que teníamos antes, sino que fueron tres años en los que no estuvimos generando todo esto. El arranque de año es positivo para el empleo, nos gustaría ver que se mantenga ese ritmo”.
¿Qué sigue para el avance del mercado laboral?
Del total de empleos creados en el último año, el 53% han sido formales, con lo que la tasa de informalidad laboral se ubica actualmente en 55%, una cifra 0.5 puntos porcentuales menor al nivel reportado antes de la emergencia sanitaria.
Después de recuperar lo perdido e incluso tener mejoría en indicadores clave, Ana Gutiérrez considera que ahora el gran reto para el mercado laboral es mantener la reducción de los niveles de informalidad que aún siguen altos.
“Ése es el reto principal. En los primeros meses de la pandemia hacíamos énfasis en la recuperación y que principalmente era informal porque la caída más drástica fue en la informalidad. Desde el inicio, la pandemia siempre nos dejó en claro que la informalidad es el mayor reto, el hecho de que se hayan perdido 10 millones de empleos informales al inicio de la emergencia subrayó la vulnerabilidad en esas ocupaciones y las condiciones volátiles en las que trabajan”, puntualizó la especialista.
En eso coincide Brenda Flores, pues aún persisten los problemas estructurales en el mercado de trabajo, como la informalidad y la baja participación femenina. “No estamos viendo unas estrategias lo suficientemente enfocadas para realmente atacar esos problemas. Estos números positivos vienen por factores externos, como el incremento de la inversión por el nearshoring, pero no se observan esfuerzos estratégicos para incrementarlo”.
Desde la perspectiva de Ana Gutiérrez, la informalidad “es un problema arraigado en la economía” y para reducirla, se requiere un esfuerzo incluso transexenal y cooperativo entre gobiernos para reestructurar la seguridad social y hacer más barata la formalidad. Y si bien México ha avanzado en la mejoría de prestaciones y derechos laborales, la especialista opina que se requieren cambios graduales para evitar que esto no se convierta en un incentivo para la informalidad.
La industria de la tecnología ha experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, impulsando una demanda sin precedentes de profesionales capacitados y especializados en diversas áreas tecnológicas. Como resultado, los salarios en la industria tecnológica han alcanzado nuevos niveles, posicionándola como una de las mejor remuneradas en el mercado laboral, indicó The Adecco Group.
Detalló que según Statista, se espera que el incremento de los servicios de negocio B2B de telecomunicaciones fijas en México incrementen 64% para 2025. Durante el mismo periodo, se prevé que los ingresos B2B de internet de banda ancha en el país sean de 1.700 millones de dólares, a diferencia de Estados Unidos que en 2021 estiman ingresos de aproximadamente 73.200 millones de dólares.
Por otro lado, según la Guía de Salarios de TI 2023 hecha por Grupo Adecco México, los salarios en tecnología están en aumento por el requerimiento de habilidades especializadas, lo que ha ocasionado que los perfiles específicos alcancen altos niveles de remuneración. Los profesionales que se dedican a campos como la analítica de datos, la gestión de proyectos e ingenieros en la nube se encuentran entre los mejores pagados a nivel nacional.
Los especialistas en ingeniería de datos lideran la lista con un nivel superior de salarios promedio que superan los 70,000 pesos donde el 25% tan solo gana 51,951pesos en un nivel Semi Senior
Por su parte, los responsables de asegurar que los proyectos se lleven en tiempo, calidad y forma como los Project Manager (Gerentes de Proyecto) es otro campo que ha experimentado un crecimiento en el sector de tecnologías de la información. Según la Guía de Salarios de TI 2023, los Project Manager pueden ganar salarios promedio mensuales de hasta 60,000 pesos o más, a medida que las empresas buscan planear, monitorear, organizar, y analizar todas las actividades los proyectos asignados.
A diferencia de los ingenieros en sistemas que dan soporte a usuarios o clientes alcanzan hasta los 24,250 pesos, sin embargo, los Diseñadores en la experiencia de usuario (UX Desinger) ganan entre 30,000 y 38,300 pesos que se encargan de gestionar la experiencia del usuario para un producto digital.
Administrar la estructura de nube ha ganado un papel central en la transformación digital de las empresas. Los desarrolladores Cloud tienen habilidades para soluciones en almacenamiento, computación, y automatización. gestión de proyectos y mejoras en los sistemas. Como resultado, el 24% de los Cloud Engineer ganan 48,622 y el 75% ganan hasta 66,103 como sueldo base.
«El talento tecnológico capacitado y especializado se caracterizan por una remuneración salarial bastante favorable, la cual crece de manera constante, lo que impulsa la competitividad de los salarios en la industria», afirmó Gloria Guerrero Muñiz, Gerente de División Training & Consulting de Adecco México.
Concluyó que a medida que la tecnología continúa siendo un motor clave de la economía global, se espera que la tendencia en los salarios en tecnología esté al alza y continúe así en los próximos años, es por ello, que es necesario para las empresas ser capaces de resultar atractivas y que el trabajador tenga un sentimiento de pertenencia elevado por medio de una estrategia sólida de contratación y retención que considera las percepciones salariales como los beneficios de la capacitación. Para lograr estos objetivos, las empresas pueden acudir a aliado que pueda ofrecer consultorías para la implementación de valuación, tabulador y descripción de puestos entre otros servicios de consultoría y formación.
El arranque del año fue positivo para el mercado laboral con la creación de 1 millón 68,304 puestos de trabajo en el primer trimestre, aunque sólo el 40% de los empleos generados fueron en la formalidad, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Las cifras del mercado laboral reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirmaron un avance trimestral importante en los niveles de ocupación, lo que permitió que la tasa de desempleo fuera de 2.7% como resultado de la salida de 200,000 personas de la población desocupada durante los primeros tres meses del año.
En cuanto a resultados mensuales, en marzo se incorporaron 668,925 personas a la población ocupada. Este comportamiento es el mejor dato para un mes de marzo en los últimos cinco años, esto sin considerar el primer año de pandemia, destacó Marcos Daniel Arias Novelo, analista económico de Monex.
En el tercer mes del año, del total de los puestos de trabajo creados, el 89% se generó en la formalidad. Esto permitió que en el global la tasa de informalidad tuviera una ligera reducción mensual de 0.5 puntos porcentuales, para ubicarse en 55% de la población ocupada.
“La fortaleza del mercado laboral es evidente y la inercia vertical que tuvo su origen en el rebote tras los confinamientos causados por el Covid-19 ha permanecido prácticamente intacta. En perspectiva, buena parte de la explicación se relaciona a lo visto con otras variables macroeconómicas”, afirmó Arias Novelo.
Por otra parte, en el tercer mes del año la desocupación anotó un nuevo mínimo histórico al disminuir de 2.7 a 2.4% en el comparativo mensual. Esta es la cifra registrada más baja desde el año 2005 cuando se comenzó a reportar la ENOE.
Ignacio Mier, coordinador de la bancada de Morena, en la Cámara de Diputados, confirmó que la reforma para reducir la semana laboral de 48 a 40 horas será aprobada en el próximo periodo legislativo, en septiembre.
Mier Velazco adelantó que los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se comprometieron a votar a favor del proyecto avalado en comisiones, ya que se trata de un cambio a la Constitución, que requiere de mayoría calificada.
“Ya tengo la promesa del PRI, y lo hago público para que luego no se rajen. Ya le dije a Rubén (Moreira), lo voy a hacer público, y al ‘Alito’ (Moreno)”, expresó Mier, en conferencia de prensa.
El coordinador de Morena aseguró que con los 76 votos del PRI tendrán la mayoría para aprobar la reforma. Además, remarcó la importancia de la negociación en la política sin perder el color con el resto de los partidos.
De acuerdo con el Poder Legislativo, el primer periodo de sesiones del año legislativo será del 1 de septiembre al 15 de diciembre de este año, y en este se podría votar, así como, de acuerdo con Ignacio Mier, “construir en torno al dictamen” de la iniciativa.
La mayoría de las empresas en México han adoptado la modalidad de trabajo en casa. De esta manera buscan mejorar la productividad y satisfacer algunas necesidades de los trabajadores, pero sobre todo reducir costos. Actualmente, esta forma de trabajo se ha vuelto indispensable para continuar con el desarrollo de las actividades productivas del país y tal parece que llegó para quedarse.
Anteriormente solía ser una opción para solo los trabajadores de algunos sectores, ya sea por cuestiones familiares, de salud o porque así lo decidía la empresa, pero la emergencia sanitaria provocada por la Covid-19, en 2020, hizo necesario realizar modificaciones en la forma de trabajo de muchas empresas para no frenar la productividad laboral en México.
Durante la emergencia sanitaria, algunos trabajadores tuvieron la opción de trabajar de manera híbrida, es decir, combinar los días laborales tanto en la empresa como en su casa, otros definitivamente se quedaron en sus hogares realizando sus actividades para no poner en riesgo su salud y la de sus familia; y es que aunque comenzó solo como una opción temporal, el home office dio resultados positivos, por lo que aún permanece en muchas empresas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en su encuesta telefónica sobre Covid-19 y Mercado Laboral (Ecovid-Ml), que realizó en abril de 2020, se estimaron 32.9 millones de personas ocupadas, de las cuales el 23.5 por ciento trabajó desde su casa.
En tanto, la revista Forbes reconoció queantes de la pandemia el 34 por ciento de los trabajadores en México laboraban de manera remota, pero durante la emergencia sanitaria por Covid-19 esta cifra incrementó hasta 68 por ciento.
Es importante aclarar que hacer home office no es igual a ser un freelancer; en el teletrabajo se requiere de un contrato entre el trabajador y la empresa, además de tener una jornada laboral, la cual debe ser respetada por el patrón, en tanto el freelance ofrece sus servicios profesionales a empresas o negocios, pero de forma autónoma, sin tiempos ni jornadas laborales, y su pago es la que él determina.
Jocksan Terrones, promotor de Emprendimiento Digital en Cuautla, reconoció que el home office en México ha sido una modalidad laboral con tres vertientes: flexibilidad, productividad y comodidad de trabajar desde casa u otro lugar que no sea la empresa u oficina para realizar actividades profesionales, siempre y cuando se tenga un convenio y/o contrato con la empresa donde se esté laborando.
“Después del Covid, el home office en México se convirtió en una de las principales opciones para trabajar y obtener mayores resultados dentro de cualquier área, siendo un beneficio para todos en general”, opina.
Y a pesar de que el teletrabajo creció por la pandemia al hacerse obligatoria la cuarentena, actualmente se ha vuelto una forma de trabajo primordial para algunas áreas, como publicidad, recursos humanos y finanzas.
Jocksan Terreones señala que como en todo hay ventajas y desventajas; “el home office claro que sí ayuda mucho en México, ya que se ha visto un aumento de productividad, y entre sus ventajas es que al existir una responsabilidad individual se trabaja mejor, además de que se realizan menos gastos, se aprovecha la tecnología y, sobre todo, ayuda la reducción de costos”.
Las ventajas del home office es que es un trabajo sano, productivo, flexible, reduce el gasto y se aprovecha la tecnología, aumentando la productividad.
Pero también, señala, existen algunas desventajas, y unas de ellas es tener repercusiones en la salud física, psicológica y el bienestar social de las personas.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), sin planificación, organización y asistencia en salud y seguridad adecuados, el home office puede derivar en aislamiento, agotamiento, depresión, violencia doméstica, lesiones musculoesqueléticas y de otro tipo, fatiga ocular, aumento del consumo de tabaco y alcohol, exceso de tiempo sentados ante una pantalla y causan un aumento nocivo de peso.
Por lo que ante la posibilidad de que el teletrabajo y, en particular, el trabajo híbrido, continúen vigente, la OMS y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señalan que es importante que los empleadores velen por que los trabajadores reciban el equipo adecuado para completar las tareas del trabajo; proporcionen la información, las directrices y la formación pertinentes para reducir el efecto psicosocial y de salud emocional del teletrabajo y establezcan el “derecho a la desconexión” y días de descanso suficientes.
Una vez que comenzó actividades el tres de noviembre de 2021 en atención a la reforma laboral, el Centro de Conciliación Laboral del Estado de Tlaxcala (CCLET) logró consolidar la conciliación laboral en favor de los trabajadores, al registrar un promedio de 80 % de arreglos.
Con esta nueva institución, el estado da cumplimiento al nuevo modelo de justicia en materia del trabajo, por la reforma al Artículo 123 constitucional en el apartado A, ante el aniversario del Día Internacional del Trabajo.
El CCLET tiene un margen de 45 días naturales para atender el procedimiento de conciliación. Primero debe acudir el trabajador; luego recibe su constancia de Solicitud; agendan la audiencia en los 15 días posteriores; en el margen de este tiempo para notificar los empleadores para que acudan a la audiencia.
El CCLET tiene cuatro salas de conciliación con igual número de conciliadores y auxiliares, así como tres orientadores, cuatro notificadores; así como dos subdirecciones de Conciliación y Orientación y Asuntos Jurídicos, Oficialía de Partes, de exhortos, amparos, contraloría, departamento administrativo y área de Tecnologías de la Información.
De hecho, el CCLET alcanzó 117 millones 736 mil pesos por medio de dos mil 313 acuerdos concretados a favor de los trabajadores tras la conciliación de sus asuntos laborales, esto desde noviembre de 2021 a marzo de 2023, señaló el director general de la institución, José Badillo Montiel, quien agregó que celebraron un total de seis mil audiencias.
«Se ha tenido buena aceptación por los trabajadores, empleadores, por los abogados litigantes, por toda la comunidad que integra el sistema de justicia en materia del trabajo. Cerramos el 2022 con números bastante positivos, pensamos que es una contribución más a la economía tlaxcalteca».
Precisó que tan solo en el 2022 registraron dos mil 609 solicitudes de conciliación, ganando la confianza de los trabajadores hacia el CCLET, como medio alternativo en la solución de los conflictos laborales, por eso realizan la labor de difusión para que la gente conozca de los servicios que ofrecen y su nueva dirección en calle Xochiquetzalli número 2, colonia San Gabriel Cuautla, esquina carretera Ocotlán-Tlaxcala, del municipio capitalino.
Destacó que en el primer trimestre de 2023 el CCLET reportó 730 solicitudes de conciliación, realizó 430 convenios con un monto de 17 millones 448 mil pesos, además de celebrar 711 audiencias y hacer 947 notificaciones.
«La conciliación ha sido la herramienta eficaz para la solución de estos conflictos laborales. Solo en 2022 y 2021 emitimos 376 Constancias de No Conciliación, entonces en la evaluación por parte de la Secretaría del Trabajo federal, tenemos el resultado de que se concilia arriba del 80 % de las solicitudes. Todos los servicios son totalmente gratuitos».
Así, el director general del CCLET mencionó que los principales problemas que los trabajadores piden conciliar son por causas de despido injustificado con el 65 %, el resto se trata de pago de prestaciones, vacaciones, prima vacacional, aguinaldo, entre otras prestaciones de ley.
Afirmó que con el poco tiempo de estar en funcionamiento el personal del Centro trabaja en fortalecer la conciliación; incluso presentaron un proyecto a la Federación para mejorar las instalaciones y el equipo de cómputo, en atención al perfeccionamiento del servicio.
Una, lavez que comenzó operaciones en la segunda etapa de la reforma laboral, el CCLET realiza sus operaciones por medio de una plataforma denominada Sistema Nacional de Conciliación Laboral cual permite llevar paso a paso el procedimiento de arreglo prejudicial.
«El sistema es prácticamente inviolable, da una certeza tanto a los funcionarios como a los trabajadores y empleadores de que el servicio es apegado a la ley y no hay forma de violentar. Da mucha certeza esta plataforma. En unos meses estaremos adquiriendo otra plataforma que se llama Sistema General de Notificaciones».
Agregó que las Juntas de Gobierno las celebraron en tiempo y forma, con la finalidad de cumplir con los protocolos.
117 millones 736 mil de pesos alcanzó el CCLET por medio de dos mil 313 acuerdos concretados a favor de los trabajadores tras la conciliación de sus asuntos laborales, esto desde noviembre de 2021 a marzo de 2023, dijo José Badillo.