Reforma laboral y definiciones ideológicas del nuevo régimen

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02/09/18 | 14:45 | Por: Pedro Olvera Vázquez 
¿;Mejorar salarios y perder inversiones o mejorar inversiones y que pierda el salario?
Lo que se llamó Reformas Estructurales, lo fueron; aunque estemos o no de acuerdo con ellas pero ¿;Hacia dónde iban? Esas reformas de Estado se encuentran cargadas lógicamente de ideología una ideología hacia lo neoliberal, hacia un liberalismo económico rabioso con una ideología extrema o no, según la identifiquemos.
Pues le diré que igual puede resultar con las contra reformas, es decir las reformas que ahora con López Obrador se esperan en varias materias, para corregir o bloquear las Reformas de EPN quien presume como su mejor logro y satisfacción.
Se habla mucho de la reforma educativa y ya se dijo que va para atrás. Esto es, se va a contra reformar en lo educativo, en esa decisión que nos anticipan hay una tendencia más hacia la izquierda, respetuosa de los derechos laborales de los maestros.
Se habla también de la Reforma Energética, que no se sabe aún si va completamente para atrás o si habrá reformas parciales. Pero de lo que no se ha hablado todavía es de la reforma laboral, esta reforma que se empezó a instrumentar desde Calderón y que terminó con gran énfasis (2014 y 2017) en la supresión de la tutela sobre Derechos de los trabajadores con Peña.
¿;Será objeto de una contra reforma? seguramente sí y no habrá otra cosa que marque más claramente la ideología del régimen que ésta pues la naturaleza de su materia obliga a definiciones ideológicas a cada paso: piense usted en Capital, Trabajo, Libertad de Comercio, Derechos Humanos, Libertad de Huelga, Out Sourcing, Paros por Sobre Producción, Protección o Discriminación Para la Mujer, Suplencia de la Queja o de la Deficiencia de la Queja, el Principio In Dubio Pro Operarium (en caso de duda proteger al trabajador) trabajo de menores, jubilaciones, trabajo a prueba o jornadas por hora, y muchos otros conceptos que abrigan principios y contra principios que privilegian mas las leyes de mercado, eso sin platicar de los salarios y de la judicialización del sistema de justicia laboral aboliendo las Juntas de Conciliación que ya en las últimas décadas se enviciaron, corrompieron y envilecieron su objeto.
Esta contra reforma laboral, si es que se hace, es algo que se nos está olvidando y con el Tratado de Libre Comercio (NAFTA) que se está renovando aunque cambie de nombre, va a ser un nuevo acuerdo económico entre los tres países de Norteamérica que tendrá una gran repercusión en los salarios porque los salarios actualmente en México son miserables, precarios y por eso se vienen muchas transnacionales para acá y por eso a Canadá y a EEUU les interesa que sus trabajadores puedan conservar su planta de trabajo, ¿;Cómo? Pues sin tener una competencia desleal como les resulta la de México con salarios tan chafas que son una invitación para que los inversionistas no se quieran quedar allá.
Aquí vale recordar además de los exabruptos de Trump, la visita de Justin Trudeau al Senado de la República y su discurso en el que pidió a los legisladores actuar para que los salarios del trabajador mexicano mejoren a los niveles de los trabajadores Canadienses.
Ya sabemos que no era solo un buen corazón del Canadiense sino la necesidad de equiparar las oportunidades para los trabajadores de los tres países parte del Tratado; también entendemos que los berrinches Trumpianos obedecían precisamente a la fuga de capitales que una mano de obra por debajo de lo barato y cercana a lo ridículo en su costo, provocaba en la industria manufacturera y especialmente las armadoras de automóviles con todas las Rémoras Tiburoneras, de las múltiples industrias que tienen que seguir a aquellas como sus proveedores, emigraran hacia nuestras tierras en donde a veces los mismos líderes sindicales les exigen que se ajusten a moderar sus salarios «para que no les pongan el desorden» y luego otros operarios pidan mas. El colmo.
Pues bien, estos temas laborales conllevan el compromiso de la definición ideológica clara y más evidentemente que otras problemáticas en donde la definición puede ser matizada al no ser de efectos tan inmediatos y directos hacia la población, como la Reforma laboral que MORENA y AMLO (los dos indudablemente) quieran hacer. También será un momento idóneo para medición del «nuevo» Presidencialismo mexicano y la relación entre poderes.

http://www.elexpres.com/2015/nota.php?story_id=177125

 

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