Martes: reforma laboral, sí o sí

29 abril, 2019, 3:00 am
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Postura de AMLO
Jorge Castañeda (*)
El jueves pasado se suponía que el Senado mexicano aprobaría la minuta de la reforma laboral enviada por la Cámara de Diputados. El encargado morenista en la Cámara alta, Napoleón Gómez Urrutia, se había comprometido a ello, por una muy buena razón. El período de sesiones termina el 30 de abril, o sea mañana, y existe la virtual obligación de aprobar la reforma laboral antes del receso para que el Congreso de Estados Unidos comience ya sus deliberaciones al respecto.
Pues no se pudo, y ahora parece probable, por no decir indispensable, que el Senado vote y ratifique el martes. Es probable que así suceda, pero convendría conocer las razones de la demora imprevista. Pueden consistir en reticencias de los partidos opositores sobre temas sindicales, o en dudas significativas por parte del empresariado en torno a algunas disposiciones impuestas por el gobierno de Trump.
En este último caso, el problema es a la vez sencillo y espinoso. Ya hemos comentado aquí que los Demócratas en el Congreso no solo insisten en la incorporación exacta y completa del Anexo 23 (a) del T-MEC a la legislación mexicana, sino también en mecanismos adicionales para asegurar el cumplimiento de dicha legislación. No se muestran satisfechos con las disposiciones al respecto incluidas en el T-MEC; incluso encierran una buena dosis de escepticismo frente a medidas adicionales que se incluyeran en cartas paralelas, como en 1993.
Muchos empresarios mexicanos no vieron venir el Anexo 23(a) y se amotinaron ante López Obrador a principios de año. Ese lance ya se superó, pero ahora viene otro, que puede haber ocasionado la posposición citada. Algunos demócratas, en varias cartas dirigidas a Robert Lighthizer, encargado de la negociación por parte de Estados Unidos, han insistido en lo que denominan la “solución peruana”. Podría ser la gota que derramara el vaso para el empresariado mexicano.
Hasta donde entiendo, el Acuerdo de Libre Comercio entre Estados Unidos y Perú, que entró en vigor en 2009, incluye una serie de disposiciones en materia ambiental y forestal muy rigurosas. Comprenden la celebración de consultas obligatorias entre ambos gobiernos cuando cualquiera de ellos así lo solicite, sobre controversias que puedan surgir. Por otra parte, dispone que el mismo mecanismo, que puede incluir inspecciones in situ, se aplicará a otros temas del acuerdo, entre ellos, los laborales. En marzo de este año, Washington por primera vez exigió una consulta sobre la desaparición por el gobierno de Lima de Osinfor, el ente autónomo forestal peruano. No le parece que desaparezca. Probablemente tenga razón, pero la pregunta queda: ¿una decisión peruana de esa naturaleza debe estar sujeta a consultas con Washington?
Todo indica que los Demócratas van a exigir un arreglo espejo —parte seguramente ya existe— de la “opción peruana” en el T-MEC. Algunos voceros simpáticos del gobierno de AMLO ya han anunciado que lo aceptarán, a condición de que México también pueda realizar inspecciones in situ dentro de Estados Unidos. Como diría su jefe: ¡Ternuritas! Van a mandar a cualquiera de los funcionarios extraordinarios y honestos de la Secretaría del Trabajo, por ejemplo.
Trabajo sucio
Ya lo hemos dicho aquí: AMLO aceptará lo que sea para lograr el T-MEC, hasta que decida lo contrario. Para los mexicanos en general, lo peor de esta postura es la que obliga a hacer el trabajo sucio de Estados Unidos en nuestra frontera sur. Pero para los empresarios mexicanos, lo peor puede ser el Anexo23(a), complementado por la “opción peruana”. Celebro, como dice mi amigo Joel Ortega, que el imperialismo haya impuesto la reforma laboral más profunda en México en quien sabe cuántos años. Pero si fuera empresario, no sé si aplaudiría.— Ciudad de México.
oficinacastaneda7@gmail.com
Excanciller y analista político

https://www.yucatan.com.mx/editorial/jorge-castaneda-martes-reforma-laboral-si-o-si

La CTM, apéndice del PRI, amenaza a AMLO con irse a paro nacional; dice que “no respeta los poderes”

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Por Redacción / Sin Embargo
SinEmbargo abril 28, 2019 SECCIÓN México
La CTM plantea un paro nacional por las afirmaciones del Presidente López Obrador que apuntan a que las vacaciones, primas y aguinaldos serán entregados directamente por su administración. El dirigente “obrero” de la agrupación comentó que el sindicalismo no defiende los paros evitar afectaciones, pero sería una medida a ejercer si el diálogo con el Gobierno no rinde frutos.
Saltillo, Coahuila, 28 de abril (Vanguardia/SinEmbargo).– El líder nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Carlos Aceves del Olmo, advirtió que la agrupación se sumaría a un paro nacional en caso de que  el Presidente Andrés Manuel López Obrador intente  “centralizar” las prestaciones de sindicalizados.
En su visita a Derramadero,  Aceves del Olmo, afirmó que la agrupación se sumaría a un paro si el líder del Ejecutivo intenta “centralizar” las prestaciones al manejarlas manejándolas desde el Gobierno Federal.
“Nosotros haremos todo lo que esté dentro de la Ley, todo lo que esté en nuestras manos para defender”, dijo al recordar que el Presidente afirmó que ahora las vacaciones, primas y aguinaldos serían entregados directamente por su administración “para que no se quede nada en el camino”.
En ese sentido, Aceves del Olmo apuntó que la CTM no quita ninguna prestación, porque están marcadas en el contrato colectivo.
“Es un Gobierno que no respeta los poderes, ni el sector, las cámaras de diputados y senadores, la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Me parece que son agresivos ese tipo de anuncios, no sé cómo nos vaya a ir”, expuso.
Sobre unirse a un paro nacional, comentó que el sindicalismo nunca lo ha hecho para evitar afectaciones, pero sería una medida a ejercer si el diálogo no rinde frutos.
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Foto: Vanguardia.
La Confederación de Trabajadores de México, fundada el 24 de febrero de 1936 con Lázaro Cárdenas. Es un apéndice del Partido Revolucionario Institucional (PRI) pero sirvió a los presidentes de Acción Nacional (PAN), Vicente Fox y Felipe Calderón.
Estuvo en manos de Fidel Velázquez Sánchez durante décadas, hasta su muerte en 1997. Luego la dirigió Leonardo Rodríguez Alcaine (1997 a 2005), Joaquín Gamboa Pascoe (2005 a 2016). Carlos Aceves del Olmo está al frente desde 2016, y su candidato fue José Antonio Meade Kuribreña, quien quedó en tercer lugar durante las presidenciales.
La CTM ha servido a todos los presidentes en turno, pero no a Andrés Manuel López Obrador, quien apoya la creación de más sindicatos y el fin del corporativismo que ha estado al servicio de los gobiernos y los empresarios.
Con ayuda de Basilio González Núñez, quien tomó las riendas de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) durante los tiempos de Carlos Salinas de Gortari, llevó el salario mínimo a perder 80 por ciento su poder adquisitivo an tras décadas. González Núñez debió renunciar apenas inició la nueva administración.
Un dato que refleja el periodo que Basilio estuvo al frente de la Conasami, del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), señala entre 1992 y 2016, el ingreso de los hogares tuvo fluctuaciones que no permitieron mejoras permanentes en el bienestar de sus integrantes, por lo que el salario “errático” se convirtió en una de las causas por las que en este país no se logra salir de la pobreza.
CTM Y CROC, EXPULSADAS