Pide Congreso de Guerrero reforma a Ley en pro de igualdad e inclusión

El diputado Genaro Yovani Estrada Morales presentó una iniciativa de reforma a la Ley Orgánica del Municipio Libre del Estado para armonizar y modificar la redacción de dicho ordenamiento en materia de perspectiva de género, eliminando con ello las barreras de desigualdad y exclusión de las mujeres.

De acuerdo con un boletín, expuso al presentar su iniciativa y precisó que la legislación en comento contiene un lenguaje masculino, pese a que en la actualidad, y gracias a la lucha histórica de las mujeres, se ha logrado su inclusión en todos los ámbitos de la vida pública; muestra de ello es que actualmente ocupan espacios estratégicos de toma de decisiones.

Detalló que de acuerdo con la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, la perspectiva de género se refiere a la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencias biológicas entre ambos, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la igualdad de género.

Estrada Morales agregó que pese a los avances en perspectiva de género, persiste una segmentación del mercado de trabajo basada en estereotipos de género, acción que dificulta la inserción en el mercado laboral, por el simple hecho de ser mujer, y ante este escenario de desigualdad, resulta pertinente hacer modificaciones para generar un lenguaje incluyente acorde a los cambios actuales y sociales.

Asimismo, dijo que los servidores públicos deben contar con los conocimientos, técnicas, métodos y destrezas que los hagan más aptos en su desempeño, formación, actualización y certificación, para construir las bases de la profesionalización no solo de los hombres, sino también de las mujeres, permitiendo que las administraciones municipales realicen sus funciones de manera óptima, en beneficio de la población.

Esta iniciativa de reforma a la Ley Orgánica del Municipio Libre del Estado fue turnada a la Comisión de Asuntos Políticos y Gobernación, para su correspondiente análisis y dictaminación.

Fecha: 28 de abril de 2024

Vía: Redacción/Quadratín Guerrero

Pide Congreso de Guerrero reforma a Ley en pro de igualdad e inclusión 

Ninguna democracia completa si las mujeres no estamos ahí: Inés González

La importancia de las mujeres sindicalistas y la visibilización de las necesidades de las mujeres en el Día Internacional de las Trabajadoras: una lucha contra la violencia de género y la explotación.

¿Cuál es la realidad en torno a la democratización, la paridad de género y los espacios libres de violencia en los sindicatos de nuestro país? Los desafíos para alcanzar esta triada son múltiples y, con ello, las consecuencias también; en el marco del Día Internacional de las y los Trabajadores una de las interrogantes sobre la mesa es, ¿quiénes se encuentran a la defensa de las millones de mujeres en situación de violencia y explotación laboral? ¿Los charros, figura masculina que hace alusión a los líderes sindicales que lucran con su posición, se alinean a los intereses del Estado y ejercen violencia?

La lucha feminista y la lucha obrera, históricamente han ido de la mano en nombre de la emancipación de las mujeres, los derechos laborales, la erradicación de la explotación y el cierre de la brecha salarial. La perspectiva de género, en este sentido, se vuelve la herramienta idónea para generar los espacios propicios para todas las trabajadoras en nuestro país; sin embargo, si desde las posiciones de poder hay una ausencia de este conocimiento, de manera escalonada se favorece la perpetuación de la violencia y la invisibilización del trabajo de las mujeres obreras.

 

“Los sindicatos se van a fortalecer siempre y cuando reconozcan que la participación de las mujeres es fundamental, ninguna sociedad se puede desarrollar de manera sostenible si no cambia y aumenta la distribución de oportunidades” (Inés González, Coordinadora de Diálogo Sindical y de Género de la Fundación Friedrich Ebert en México).

 

¿Cuál es el panorama para las mujeres sindicalistas?

 

Para entender este fenómeno, La Cadera de Eva entrevistó a Inés González coordinadora colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas quien señaló que históricamente existe un reconocimiento de que las mujeres pueden ser dirigentes sindicales, especialmente, si se observa que existe una participación femenina del 8%.

“El que no exista este reconocimiento y que no se le brinde la oportunidad a las mujeres a participar es algo que todavía tenemos que trabajar porque no hay resultados reales”, explicó la sindicalista.

 

Imagen

Y es que, desde su perspectiva, no sólo se trata de que exista la paridad de género de la que se habla en las reformas a la Ley del Trabajo de 2019, sino que queda aún un camino por recorrer; en primera instancia, no debería de ser una ley la participación de las mujeres, por el contrario, se trata de un derecho humano y, en segundo lugar, es necesario generar espacios propicios libres de violencia para el libre ejercicio sindical, explica Inés González.

Con frecuencia se aborda el tema del 50/50 en las instituciones gubernamentales y, si bien, esto representa un gran acierto para la política, las mujeres deben de gozar de la misma libertad de participación. Por ejemplo, al interior de los sindicatos la postura de una mujer no es tomada con la seriedad suficiente, además de que viven acoso sexual, estigmatización, discriminación y exclusión. La mujer, aunque esté presente, se mantiene subordinada a un sistema patriarcal que obstaculiza su ejercer, como lo explica la coordinadora colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas:

 

“Las mujeres tienen que estar ahí para imprimirle otro enfoque a la lucha sindical de nuestro país, es una discriminación inminente la que viven las mujeres, porque se tiene un pensamiento androcéntrico de que la política es por y para hombres y claro que cuando las mujeres se atreven (a participar) pues les pasa de todo, burlas, acoso, hostigamiento, descalificaciones, les piden que se vayan a sus casas, cuando una mujer sube a tomar el micrófono empiezan los chiflidos de que está bonita y no entienden el aporte de su discurso”, menciona Inés González.

 

La violencia que viven las mujeres sindicalistas no es mas que el espejo de una sociedad violenta que posee una profunda carga patriarcal y que se refleja en la vida cotidiana de otras mujeres. En entrevista para La Cadera de Eva, Olga, una enfermera afiliada al sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social y que desempeña su labor al norte de la capital señala que una práctica común como defensora de los derechos del trabajador es que no la consideren lo suficientemente capaz.

Desempeñándose en el turno nocturno, comparte que a veces se encuentra sola en ese turno y, cuando es requerida para mediar una situación, sus compañeros le exigen tratar con un hombre, pues no desean tratar con ella, la cuestionan y excluyen.

“Siento que no tenemos el apoyo de los demás delegados hombres, muchas veces en el turno nocturno estamos solas en caso de agresiones. ¿Nos protegen?: no lo creo. Te piden hablar con otros hombres porque creen que tú no vas a luchar y no es así, las mujeres también luchamos y les buscamos soluciones a sus problemas, algo que nuestros compañeros no hacen”, explica en entrevista.

 

Imagen

Su testimonio es uno de tantos que muestran cómo la violencia de género se instaura desde los altos puestos de los sindicatos, atraviesa a las mujeres afiliadas en sus centros de trabajo y finalmente, trastoca a quienes deben ser defendidas y tomadas en cuenta: las obreras mexicanas.

En ese sentido, Inés González acota que se trata de múltiples luchas pues, al interior del Comité Ejecutivo de los sindicatos no toman en cuenta las propuestas de las mujeres y cuando se logra convencer de impulsar un proyecto, los líderes lo postergan señalando que no hay presupuesto suficiente. Posteriormente, se libra otra lucha contra otros compañeros, incluso de la misma bancada, quienes carecen de perspectiva de género y ejercen sus funciones sin considerar la interseccionalidad, es decir, las condiciones que atraviesan a cada persona de manera particular.

Con tanto qué trabajar y con un registro tan amplio de la violencia patriarcal que vive la mujer sindicalista, se podría pensar que existe un órgano especializado en género que sirva como refugio para ellas, protección, de acompañamiento y ponga un freno importante, sin embargo la respuesta es no, no existe una comisión de este corte.

Durante la conversación con Olga se le cuestionó si sabía quién la protegía, cuál era el protocolo o con quiénes podría acercarse en caso de violencia de género, hostigamiento o acoso sexual; no sabía y reconoció que no había órgano que velara por ella y sus compañeras enfermeras sindicales.

 

“No existe un órgano que proteja a las sindicalistas, por eso es tan importante que también los sindicatos creen estos protocolos para atender la discriminación para todas las personas, pero principalmente, para las mujeres. Estamos muy atrasados en ese sentido de no tener instancias para la atención de la violencia (…) creo que tiene qué ver con muchas cosas, entre ello, la falta de presupuestos”, explica Inés González al abordar la misma pregunta.

 

Generar protocolos es una cuestión prioritaria para Inés González, pero no sólo se debe atender en papel o dejar una queja, sino que se debe de ofrecer una resolución contundente al problema pero no existe experiencia en los sindicatos para abordar estas cuestiones, por lo que, desde la perspectiva de la sindicalista, «se cierran los ojos para no ver la realidad». 

 

Abriendo el panorama: mujeres costureras

 

El 57% de las personas que trabajan en la industria textil son mujeres y son precisamente ellas quienes se enfrentan a la mayor precarización laboral, no poseen contratos fijos, vacaciones establecidas y viven situaciones de violencia con su empleador, por ejemplo, amenazas y castigos.

Trabajando hasta 18 horas consecutivas en las maquilas, las mujeres presentan altos niveles de estrés, ansiedad, insomnio y enfermedades derivadas del sedentarismo al pasar la mayoría del día sentadas, algunas veces, sin poder levantarse de su silla.

 

Desempeñan sus labores en fábricas insalubres, zonas altamente inseguras, sin equipo de protección suficiente, acceso a espacios verdes e incluso, sin servicios básicos como el agua. En ese sentido, es importante destacar que 3 de cada 10 mujeres trabajadoras en nuestro país no cuenta con un baño limpio, agua, jabón ni productos de gestión menstrual de libre acceso, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Gestión Menstrual (ENGM).

A pesar del Nuevo Modelo Laboral del 2019, las violencias sistémicas se mantienen vigentes en la vida de las trabajadoras mexicanas: se desconoce su experiencia, vivencias, violencias y cómo se enfrentan a una opresión que las mantiene sujetas a jornadas de casi 24 horas y abuso de los jefes de producción.

 

“El cuerpo de la mujer es la última frontera del capitalismo”. (Filósofa Silvia Federici).

 

Finalmente, es necesario hacer hincapié en que mientras exista una participación mínima de mujeres en los sindicatos de trabajadores, la lucha obrera continuará desconociendo que las mujeres trabajadoras también existen y resisten a una precarización laboral inconcebible. La mirada de las mujeres sindicales y de la disidencia sexo genérica permite quitarse la ginopia y comenzar a poner el foco en cuestiones prioritarias como la violencia de género, la salud menstrual digna o visibilizar el trabajo no remunerado y de cuidados.

 

“Las mujeres necesitamos tener espacios libres y armónicos, lejos de la violencia laboral y sexual porque no habrán mejores condiciones laborales ni una democracia completa si las mujeres no estamos ahí. Es momento de que tomemos en nuestras manos la reforma laboral del 2019 y la hagamos cumplir, sé que no es fácil, pero hay que atrevernos a apropiarnos de los espacios y transformar la realidad” (Inés González, Coordinadora de Diálogo Sindical y de Género de la Fundación Friedrich Ebert en México).

Por: La Cara de Eva

Fuente: https://lacaderadeeva.com/actualidad/ninguna-democracia-completa-si-las-mujeres-no-estamos-ahi-ines-gonzalez/7474

Alza a mínimos redujo 20% brecha salarial de género en tres años

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Consami) estimó que el incremento de 95.6% que ha tenido el salario mínimo general nominal entre el 2019 y el 2022 ha implicado una reducción acumulada de la brecha salarial de género de 20% en el mismo período.

En su documento “Efecto de la nueva política de salarios mínimos en la brecha salarial de género”, la Conasami detalló que una explicación es que el salario mínimo incrementa más el salario promedio de las mujeres que de los hombres, dado que, “dentro de la distribución salarial por sexo, hay una mayor proporción mujeres que ganan el salario mínimo en comparación con los hombres”.

Para el análisis, detalló la Conasami, se trabajó la base de datos para incluir solamente a aquellas personas aseguradas que tienen un empleo y salario asociado, y que están en edad legal de trabajar (mayores de 15 años).

Posteriormente se calculó el salario base de cotización como la división de la masa salarial entre los trabajadores asociados a ésta; y se crearon variables indicadoras del sector económico a una posición, tamaño del patrón, sexo, rango de edad y rango salarial (se agregó en un solo rango a aquellos que ganan más de cinco salarios mínimos vigentes en cada año).

Otra lectura del hallazgo de la regresión econométrica realizada por la Conasami es que por cada punto porcentual que aumenta el salario mínimo la diferencia salarial baja 0.21 puntos porcentuales.

Al respecto, el presidente de la Conasami, Luis Murguía, explicó que es fundamental conocer el comportamiento de los salarios en la brecha de género controlando por variables socioeconómicas. “¿Qué quiere decir esto? qué si comparas el salario de hombres y mujeres te va a dar que es más alto el de hombres, pero la diferencia se puede deber a varias cosas: la edad, la experiencia, que las mujeres estudian menos carreras de ingeniería (qué pagan más), y que las mujeres tienen labores de cuidados”.

La Conasami buscó quitar todos esos factores, para conocer de manera más clara la discriminación salarial.

Así es como en el análisis que presentó la Dirección Técnica de la Conasami se destaca que el efecto del salario mínimo varía según el nivel de ingreso.

“En el decil más bajo el aumento del salario mínimo redujo la brecha de género en 55.5% a nivel municipio. El efecto siempre es negativo en todos los deciles, pero se reduce en magnitud al avanzar la distribución y pierde significancia en el sexto decil”.

Asimismo, la Conasami detalló que no se encuentran efectos diferentes en la brecha salarial entre la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) y el Resto del país.

Cabe recordar que la política de recuperación del salario mínimo comenzó en el sexenio pasado, pero las alzas se han acelerado en esta administración.

En el 2017, el incremento fue de un inédito (para ese entonces) 9.6 por ciento. A este le siguió un alza de 10.4% en el 2018 y otro de 16.2% en el 2019. Luego en el 2020 se elevó 20%; en el 2021, 15%; y en el 2022, 22 por ciento.

En ese lapso el salario mínimo general pasó de 80 a 172.9 pesos diarios.

Por: Pilar Martínez / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Alza-a-minimos-redujo-20-brecha-salarial-de-genero-en-tres-anos-20230412-0127.html

Tasa sin precedente de mujeres en el mercado laboral; ya son 46.3%

Tras el retroceso en los niveles de participación laboral de las mujeres por la pandemia de covid-19, el empleo femenino alcanzó su mayor tasa en la historia de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al cierre del cuarto trimestre de 2022.

De acuerdo con las cifras que dio a conocer este lunes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la ENOE estimó que la tasa de participación de las mujeres en el mercado laboral del país, tanto formal como informal, ascendió a 46.3 por ciento a nivel nacional; mientras en el ámbito urbano ascendió a 50.1 por ciento en el cuarto trimestre del año pasado.

Esa mayor participación laboral femenina se basa en que de los 1.4 millones de personas que incrementaron la población económicamente activa (PEA) en el cuarto trimestre de 2022 respecto al mismo periodo de 2021, 1.2 millones fueron mujeres y solamente 200 mil fueron hombres.

No obstante, la informalidad laboral afectó más a las mujeres que a los hombres en 2022, pues se abrió más empleo femenino en el ámbito no formal, pues mientras el número de mujeres en condiciones de informalidad laboral aumentó 736 mil personas en el año, se estima que se reportó que 188 mil hombres abandonaron esa condición.

Impulsada por el sector servicios y comercio de establecimientos medianos y pequeños, la población ocupada en México aumentó en el cuarto trimestre de 2022.

De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo al cuarto trimestre de 2022, la población ocupada en el país ascendió a 58.3 millones de personas, 1.7 millones más respecto al mismo periodo de 2021 y un incremento de 908 mil 912 personas con relación al tercer trimestre del año pasado.

El censo, que elabora el Inegi, estimó que el aumento del empleo, tanto formal como informal, se concentró en el comercio, con un aumento anual de 279 mil personas en el último trimestre del año pasado; en la industria manufacturera, con 260 mil y en restaurantes y servicios de alojamiento, con 217 mil personas.

La población ocupada en los establecimientos medianos creció a 468 mil personas; en los pequeños, 435 mil y en los grandes, 365 mil. Frente al trimestre previo, el incremento de la población ocupada se concentró en pequeños establecimientos, 411 mil 819 personas, le siguieron los medianos, con 326 mil 934 más.

En el cuarto trimestre de 2022, la población subocupada fue de 4.4 millones de personas y representó una tasa de 7.5 por ciento de la población ocupada, porcentaje inferior al del cuarto trimestre de 2021 (10.6 por ciento). En el trimestre de referencia, la población desocupada fue de 1.8 millones de personas. La tasa de desocupación correspondiente fue de 3.0 por ciento de la población económicamente activa (PEA), cifra menor a la del mismo periodo de un año antes (3.7 por ciento).

La ocupación formal ascendió a 26.2 millones de personas, lo que representó un aumento trimestral de 2.69 por ciento, equivalente a 685 mil 587 empleos. Mientras la informal fue de 32.2 millones, 0.70 por ciento más respecto al tercer trimestre de 2022, equivalente a 223 mil 325 empleos.

Los resultados de la ENOE indican que, en el cuarto trimestre de 2022, la suma de las personas en todas las modalidades de empleo informal representó 55.1 por ciento de la población ocupada (tasa de informalidad laboral), un incremento de 548 mil personas respecto al mismo lapso de 2021. De manera detallada, 16.4 millones conformaron, específicamente, la ocupación en el sector informal, que constituyeron 28.1 por ciento de la población ocupada (tasa de ocupación en el sector informal, y representó un crecimiento anual de 81 mil personas. Además, 7.6 millones correspondieron al ámbito de las empresas, gobierno e instituciones, 5.9 millones al agropecuario y 2.3 millones al servicio doméstico remunerado.

Por: Clara Zepada / La Jornada

Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2023/02/21/economia/tasa-sin-precedente-de-mujeres-en-el-mercado-laboral-ya-son-46-3/

Reducir la jornada de trabajo ayudaría a cerrar la brecha laboral de género: Coneval

Al presentar un análisis sobre el derecho al trabajo en México, el organismo destacó que el principal reto que enfrenta México en este terreno hoy en día es la informalidad. Además, identificó desafíos para impulsar una mayor participación laboral de las mujeres.

Para superar la brecha de participación económica entre mujeres y hombres, hay que generar estrategias “en torno al acceso a guarderías, flexibilización de tiempos de trabajo y reducción de la jornada laboral”, señaló el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Es lunes, el organismo presentó el Estudio diagnóstico del derecho al trabajo 2022. El análisis identifica las condiciones que determinan en la actualidad el acceso al empleo y propone formas de garantizarlo “en un contexto cambiante” originado por la reforma laboral, la pandemia de covid-19 y “la profundización” de las brechas de género y la informalidad laboral.

El Coneval destaca varios logros en materia laboral de la actual administración. Sin embargo, señala que la informalidad sigue siendo quizá el mayor reto. “Tan sólo entre 2009 y 2020, la informalidad laboral en México ha registrado porcentajes cercanos al 60% de la población ocupada”, destaca.

Los empleos informales están ocupados principalmente por jornaleras y jornaleros (87%), población con menor escolaridad (80%), personas adultas mayores (76%) y jóvenes (59%).

Para remediar esta situación, el organismo recomienda “una política integral” que ponga atención en todas las personas trabajadoras informales, pero con especial foco “en los grupos y sectores más afectados por la informalidad”.

En octubre pasado, más de 32.4 millones de personas trabajaban en la informalidad, es decir, el 55.4 % de la población ocupada, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Las consecuencias de tener un trabajo informal en México van desde la falta de seguridad social, poca estabilidad laboral y, ante la falta de vigilancia, menor probabilidad de contar con prestaciones de ley y flexibilidad laboral. Por otro lado, más posibilidades de tener bajos salarios y jornadas de trabajo más largas.

De acuerdo con los resultados de la ENOE, las mujeres tienen una mayor tasa de informalidad laboral que los hombres. Para octubre pasado, el 55% de ellos estaba ocupado en un empleo informal, y el 56% de las trabajadoras estaba en esa condición.

El beneficio de jornadas más cortas

La falta de apoyo para el trabajo de cuidados y del hogar no remunerado y “el restringido acceso a guarderías” impiden la participación laboral total o parcial de las mujeres, señala el Coneval.

El acceso a guarderías es un derecho garantizado en la Ley de Seguridad Social (LSS), aclara el organismo. Sin embargo, en México el acceso a la seguridad social sigue estando estrechamente ligado al empleo formal.

Es necesario, agrega el Coneval en el documento, “reducir el desigual reparto del trabajo de cuidados” a través, por ejemplo, de campañas de concientización. “Además, se requiere atender esta problemática para trabajadoras informales o disponibles para trabajar”.

Sin embargo, si bien estas medidas son necesarias, también son insuficientes “para posibilitar una mayor participación económica”. Estas estrategias deben ir acompañadas “de la reducción de la jornada laboral y la flexibilidad del tiempo de trabajo a favor de las y los trabajadores, sin que implique pérdida de ingresos, son necesarios para favorecer el trabajo de la mujer”.

La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y otras instancias podrían coordinar dicha estrategia, propone. La STPS podría “generar espacios para discutir diferentes alternativas para la reducción de la jornada laboral y esquemas de jornadas flexibles que mejoren el equilibrio entre trabajo y familia”.

Mientras que el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Secretaría de Bienestar, agrega el organismo, podrían participar “para adoptar medidas para garantizar el acceso al servicio de guarderías para las hijas e hijos de las mujeres que trabajan o están dispuestas a hacerlo”.

Actualmente en el Senado y en la Cámara de Diputados hay iniciativas para reducir la jornada laboral. Aunque en realidad los proyectos no tienen un enfoque de género, bajar el número de días obligatorios o las horas semanales que deben ser laboradas podría ayudar a las mujeres, de acuerdo con lo expuesto por el Coneval.

Por: Blanca Juárez / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Reducir-la-jornada-de-trabajo-ayudaria-a-cerrar-la-brecha-laboral-de-genero-Coneval-20221205-0112.html

Los cinco sectores con mayor y menor brecha salarial entre mujeres y hombres en 2022

En los medios de comunicación es donde ellas menos ganan frente a lo que perciben sus colegas hombres, según el Imco. La desigual distribución del trabajo de cuidados no remunerado ha causado que el 70% de las mujeres gane menos de dos salarios mínimos.

La brecha salarial de género es una de las expresiones del sexismo, del valor que la sociedad le da a “una mujer trabajando y a un hombre trabajando”, dijo Laura Tamayo, presidenta de la Comisión de Inclusión y Diversidad del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

En un evento que reunió a mujeres y hombres con puestos directivos en empresas y organizaciones civiles, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) presentó los resultados de una investigación acerca de las mujeres ausentes en el espacio: las que menos ganan.

El reporte Brecha salarial de género: Un comparativo sectorial e internacional, elaborado por el equipo a cargo de Fátima Masse, directora de Sociedad incluyente del Imco, indica que el 70% de las mujeres

trabajadoras en México “ganan menos de dos salarios mínimos, y pocas crecen durante su trayectoria profesional hasta llegar a puestos de toma de decisión que están mejor pagados”.

Las investigadoras encontraron que los sectores donde las mujeres ganan mucho menos que los hombres son aquellos donde somos mayoría. En cambio, ganan más que sus compañeros en las industrias donde son pocas trabajadoras como proporción del total.

De acuerdo con el informe del Imco, la mayor brecha salarial de género está en los medios de comunicación masiva, renglón en el que la diferencia llega a 33 por ciento. En promedio, las comunicadoras, periodistas, fotógrafas, camarógrafas y, en general las mujeres que trabajan en esta industria ganan 67 pesos por cada 100 pesos que le pagan a los hombres.

La segunda brecha más amplia está en los servicios no gubernamentales, donde a las trabajadoras les pagan 27% menos que a los trabajadores.

El comercio al por menor tiene la tercera brecha salarial de género más extensa. Valeria Moy, directora general del IMCO, describió a este sector como “las tienditas de la esquina”. La economista detalló que el 57% de los negocios de este tipo está a cargo de mujeres y, aunque en ese segmento realmente no hay diferentes puestos, las mujeres obtienen 26% menos ingresos que los hombres.

El cuarto y el quinto lugar con mayor desigualdad salarial en detrimento de las mujeres son las manufacturas, así como el sector de hospedaje y preparación de alimentos. En ambas industrias las trabajadoras ganan 24% menos que sus compañeros.

Sectores en los que no hay brecha

No hay solución mágica para cerrar esta brecha, producto de un sistema estructural, dijo Fátima Masse. Hay que promocionar y entender los beneficios de las plantillas laborales diversas, uno de ellos es la innovación, apuntó. Para ello hay que saber cómo está la nómina, si hay brecha laboral y dónde.

Otro paso es implementar políticas de flexibilidad laboral. En las empresas que realmente las ponen en juego de verdad, y no sólo se remiten a permitir el teletrabajo un día que otro, “muchas mujeres tienen un cambio de vida”.

“Este problema es estructural y responde a una serie de barreras”, señaló Valeria Moy. Por ejemplo, el trabajo de cuidados no remunerado, del que se siguen encargando la mayoría de las mujeres y pocos hombres, se traduce en jornadas laborales más cortas. “Las mujeres tienen menos horas disponibles para trabajar” en un empleo pagado.

Además, los estereotipos de género “causan una mayor concentración de fuerza laboral femenina o masculina en determinados sectores y ocupaciones”, lo que reduce sus ingresos.

El sector inmobiliario es uno de los que tienen mayor presencia de mujeres, pero contrario a los cinco anteriores, en este sí se refleja salarialmente su predominio. Esta industria tiene la mayor brecha de género para los hombres, pues ellas ganan en promedio 43% más que ellos.

A partir de aquí, los otros cuatro sectores en donde las mujeres ganan más, ellas son minoría en las plantillas totales. La industria de la construcción es el segundo empleo donde ellas en promedio reciben más ingresos, ganan hasta 33% más que sus compañeros. Además, apenas el 15% de ellas gana hasta un salario mínimo, en tanto que el 24% de hombres recibe esa cantidad.

Las mujeres representan solo el 4% del personal y la mayoría ocupa puestos administrativos. Una gran diferencia, y quizá la explicación de esta desigualdad, es que el 54% de mujeres que trabaja en la construcción estudió una licenciatura, mientras que sólo el 9% de hombres llegó a ese nivel educativo.

Según el Imco, en la minería las mujeres ganan 25% más que los hombres, es el tercer lugar con mejor diferencia salarial en favor de ellas. Los empleos que tienen que ver con electricidad, agua y gas ocupan el cuarto lugar, con una brecha salarial de 9 por ciento. En la quinta posición están las actividades agropecuarias, donde las mujeres ganan hasta 3% más.

Otro dato importante del estudio es que México tiene una brecha de ingresos de género de 14%, la cual es menor que la de Islandia o Reino Unido. Sin embargo, eso se debe a que hay menos mujeres trabajando en nuestro país que en las naciones europeas, no a una ventaja competitiva del mercado laboral.

Por: Blanca Juárez / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Los-cinco-sectores-con-mayor-y-menor-brecha-salarial-entre-mujeres-y-hombres-en-2022-20221108-0084.html

Brecha salarial de género, asignatura pendiente (y muy congelada) en el Congreso

Por cada hora trabajada, las mujeres ganan 49 pesos y los hombres 54 pesos, según la Conasami. El Senado logró un buen avance para hacerle frente a esta situación tanto en el sector privado como el público, sin embargo, la Cámara de Diputados ha mantenido congelado el proyecto por un año y medio.

Mujeres que realizan el mismo trabajo que hombres, pero reciben un salario menor al de ellos. Esa larga frase —que además tiene detrás un cúmulo de estereotipos de género, amplias jornadas de trabajo de cuidados no remunerado, penalización laboral de la maternidad y violencia laboral y económica— la podemos sintetizar en el concepto brecha salarial de género.

En promedio, en México esa brecha es de 12.2%, según la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami). Mediante políticas públicas y empresariales, impulsadas por mujeres en diferentes espacios, la diferencia salarial ha disminuido, pero aún hacen falta más acciones.

El Congreso tiene pendientes varias iniciativas de reforma para cerrar esta fisura que mantiene en situación de pobreza a muchas mujeres, pero están atoradas en diferentes niveles del proceso legislativo. Este domingo fue el Día Internacional de la Igualdad Salarial y es un buen momento para llamar la atención a este tema.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México la brecha llegaba hasta el 54.5% en 2015. Para 2017, “con posiciones ocupacionales y escolaridad similares”, los hombres recibían en promedio 34% más por hora trabajada que las mujeres, de acuerdo con el reporte Discriminación estructural y desigualdad social, de la Secretaría de Gobernación. En 2018, disminuyó a 13%, según la Conasami.

En marzo de 2021 el Senado aprobó un paquete de reforma a 13 leyes para garantizar la igualdad salarial entre hombres y mujeres. El proyecto ordena que las personas empleadoras estarán obligadas a identificar e informar a las autoridades las acciones para eliminar cualquier diferencia injusta en las remuneraciones.

Además, las instituciones públicas, privadas y sociales deberán tramitar un certificado de igualdad laboral de género y no discriminación. Establece que los salarios se fijarán según los conocimientos profesionales, destreza, aptitudes para las relaciones interpersonales, los esfuerzos mental y físico, responsabilidades del puesto y el entorno físico y ambiente psicológico del trabajo.

Después de ser aprobada por unanimidad en el Senado, la minuta llegó a la Cámara de Diputados. Lleva ahí casi un año y medio, pero no ha sido discutida.

Los atrasos en la Cámara de Diputados

En su informe de abril de 2022, la Conasami indica que “durante el cuarto trimestre de 2021 en cuanto al salario por hora, las mujeres reportaron un ingreso de 49 pesos y los hombres de 54 pesos”.

A nivel municipal, la brecha salarial de género se ha reducido 20% desde el incremento del salario mínimo de 2019, según la Conasami. Esto se explica porque hay más mujeres que hombres ganando el salario mínimo.

Otra propuesta que ha avanzado, pero que aún no se ha hecho realidad, es una iniciativa de la diputada Amalia García (Movimiento Ciudadano) para que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) mantenga un intercambio permanente de información sobre las nóminas con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sobre este tema.

En agosto pasado, la Comisión del Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen que reforma el artículo 56 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), pero no ha sido agendado en el pleno cameral para su discusión.

En tanto, en julio, la Comisión de Igualdad de Género de esa misma Cámara aprobó una iniciativa que reforma los artículos 17 y 34 de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres para establecer que la política nacional en materia de igualdad deberá fomentar el pago de una remuneración igualitaria.

El sentido de la iniciativa es que el Estado mexicano diseñe políticas públicas para “que los empleadores hagan el pago de remuneraciones iguales por trabajos iguales entre ambos sexos”, explicó la presidenta de la comisión, la diputada Cristal Vences Valencia (Morena). El dictamen también está pendiente del trámite ante el pleno.

El trabajo de cuidados desigual, otro obstáculo

La Dirección Técnica del Conasami calculó la probabilidad de que las mujeres se inserten en el mercado laboral según su edad, estado civil, presencia de personas menores de 5 y 12 años o mayores de 70 años o más en sus hogares, así como el trabajo no remunerado que realizan en sus casas.

Lo que encontró es que quienes están casadas o en unión libre tienen 15% menos probabilidad de tener un empleo. Vivir en hogares con integrantes menores 5 años edad reduce su probabilidad en 9%, y en 4.9% con niñas y niños de 5 a 12 años.

En México, las mujeres realizan el 73% del trabajo de cuidados no remunerados, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esta carga desigual no sólo afecta su entrada a un empleo, sino a que consigan uno con condiciones dignas.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), una de las causas por las que a las mujeres les pagan menos es porque tienen menos disponibilidad de tiempo presencial, aunque cumplan con sus tareas y entreguen los resultados exigidos.

Otro motivo son los estereotipos de género. Desde el inicio a muchas mujeres les pagan menos o les dan los puestos con menor salario, aunque terminen haciendo más funciones, por la idea de que ellas no sostienen a sus familias, sino los hombres.

Por: Blanca Juárez / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Brecha-salarial-de-genero-asignatura-pendiente-y-muy-congelada-en-el-Congreso-20220914-0111.html

 

 

 

 

 

Brecha laboral regresa a niveles prepandemia después de 28 meses de impacto

Tras haber llegado a un nivel histórico de 52.9% en junio de 2020, la brecha laboral se ubicó en 19.6% de la fuerza laboral potencial en julio de este año, el mejor dato para este indicador desde que se declaró la emergencia sanitaria por el SARS-CoV-2 en México.

La brecha laboral, la medida más amplia de la necesidad de empleo en el país, volvió por primera vez a sus niveles prepandemia después de 28 meses de ajustes y con ello se afianzó la recuperación del mercado laboral.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la brecha laboral fue de 19.6% durante julio, 0.2 puntos por debajo de lo reportado en marzo de 2020 antes del impacto de la pandemia y el cierre de actividades económicas no esenciales en el país.

Este indicador refleja el déficit más grande de empleo en el mercado al considerar no sólo a la población desocupada, sino también a quienes están inactivos pero disponibles para trabajar y a las personas subocupadas, es decir, quienes tienen un empleo de jornada reducida y la necesidad de laborar más horas. Estos tres grupos conforman la fuerza laboral potencial del país.

Como parte de las medidas para prevenir los contagios de Covid-19 en el país, las autoridades sanitarias ordenaron el cierre de las actividades económicas no esenciales que tenían trabajo presencial a partir de abril de 2020, medida que llevó a que 12.5 millones de personas salieran del mercado laboral.

En marzo de 2020, la brecha laboral fue de 19.8% de la población ocupada potencial, pero el impacto de la pandemia en la economía la empujó a un máximo histórico de 52.9% en mayo de ese año, lo que implicó que 34.1 millones de personas en el país necesitaban empleo. Con diferentes bajas y alzas en el trayecto, este indicador llegó a 19.6% en julio de 2022, lo que se traduce en 12.8 millones de personas en esta situación.

A decir de David Kaplan, economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), “si tenemos buenos datos en los próximos meses, podría ser razonable decir que, según este indicador, el mercado laboral se ha recuperado de la crisis”, según lo publicado por el especialista en su cuenta de Twitter.

En términos de la recuperación del impacto que tuvo la pandemia en el empleo en México, detalló Alfredo Sandoval Jaime, analista económico de Banco Base, ésta se puede corroborar al considerar precisamente el número de personas afectadas mediante la suma de los aumentos en las poblaciones desocupadas, disponibles y subocupadas con respecto al nivel prepandemia.

“En el caso de las personas desocupadas y subocupadas, las cifras ya disminuyeron a niveles por debajo de los observados previo a la pandemia. En cambio, en la población disponible se tiene a 350,000 personas más que las que se tenía en febrero del 2020. Con esto, el número de personas afectadas, según esta estimación, se encuentra en su nivel más bajo desde marzo del 2020, cuando recién comenzaba a notarse el impacto de la pandemia”.

El efecto de la inactividad laboral

Uno de los elementos que más propició el aumento de la brecha laboral en el país fue el incremento en las personas desalentadas para buscar empleo, segmento considerado en la ENOE como población económicamente inactiva disponible para laborar, el cual pasó de 5.8 a 19.9 millones de personas entre marzo y abril de 2020.

La “crisis de inactividad”, como lo he denominado la Organización Internacional del Trabajo (OIT), permitió que las tasas de desocupación no crecieran tanto durante el mayor impacto de la pandemia, indicador que llegó a un máximo de 5.5% en junio de 2020, después de un nivel de 2.9% observado en marzo de ese año. En julio de 2022, esta tasa se ubicó en 3.4 por ciento.

“La recuperación de las horas trabajadas ha ido acompañada de un fuerte repunte del empleo en las economías avanzadas, ya con el regreso de la población al mercado laboral, mientras que en los países de ingreso mediano persiste el déficit de ocupación. Estas tendencias se reflejan en las variaciones de las tasas de inactividad en estos mercados laborales”, detalló el organismo en la novena edición del Observatorio de la OIT sobre el mundo del trabajo.

Los datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reflejan que la población desalentada disminuyó drásticamente en julio de este año, al pasar de 7.3 a 6 millones de personas respecto de lo reportado en junio, lo que representa su mejor nivel en 28 meses. Sin embargo, gran parte de esta disminución se tradujo en un aumento de las personas inactivas no disponibles para laborar.

“Creemos que el reporte de hoy es positivo. Sin embargo, es necesaria información adicional que corrobore si las ganancias son permanentes o sólo temporales, sobre todo considerando sesgos estacionales relevantes. Esto es particularmente evidente en la tasa de desempleo extendida, impactada por un fuerte movimiento en aquellos ‘disponibles para trabajar’, que podría resultar en un retroceso tan pronto como en agosto”, detalló Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Econó́mico de Banorte.

Por: Felipe Morales / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Brecha-laboral-regresa-a-niveles-prepandemia-despues-de-28-meses-de-impacto-20220830-0130.html

 

 

Ben Davis: el T-MEC puede ser palanca para cerrar la brecha salarial

Ben Davis, director de Asuntos Internacionales del sindicato metalúrgico internacional (United Steel­workers, USW), aborda el asunto en entrevista: “Lo veo muy incierto. Es una de las líneas rojas, uno de los temas que será usado por los republicanos contra los demócratas y viceversa”.

Más allá del choque político, Davis considera que “simplemente dar más visas no resuelve el problema de la desigualdad económica” entre ambos países, ni la falta de derechos ni la explotación laboral.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en varias ocasiones en que al vecino del norte le falta mano de obra y que una solución al fenómeno migratorio sería el otorgamiento de más visas temporales de trabajo (como las que ya existen, H2A para la agricultura y H2B para el sector servicios). En junio pasado, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, adelantó que se solicitará a EU expedir 300 mil nuevas visas temporales para trabajadores mexicanos y centroamericanos.

Davis sostiene que los programas de trabajo temporal no son solución y arrastran gran cantidad de problemas. De entrada, los trabajadores “están amarrados a un patrón y perder el favor del patrón equivaldría a ser deportados”. Este candado provoca “muchos abusos, falta de pago, violencia, maltrato, explotación sexual”, porque los patrones tienen “un poder exagerado, casi como un dios”. Con esos programas, insiste, “los trabajadores no son esclavos, pero casi”.

Dar más visas, afirma Davis, quizá “podría mejorar la situación de algunos trabajadores. Y no dudo que hay muchos que aceptarían simplemente por la pobreza. Pero realmente es cambiar de un explotador a otro, no es una solución. ¿Por qué no pueden quedarse aquí y tener un salario decente?”

Acortar la brecha salarial

El sindicato internacional conocido por sus siglas USW tiene un millón 200 mil afiliados en Estados Unidos, Canadá y el Caribe. Una de sus líneas de acción ha sido desplegar la “solidaridad sindical internacional” con trabajadores de México y otras naciones.

Hace unos meses, por ejemplo, Davis participó, con otros sindicalistas, como observador en el recuento de la planta de General Motors en Silao, Guanajuato. Cuenta que él y otros sindicalistas se pararon en las inmediaciones de la planta a la hora de ingreso de los trabajadores y que los vieron entrar en montones de autobuses.

“¿Por qué en autobuses? Pues porque los trabajadores mexicanos no pueden comprar los carros que producen”.

De ahí que Davis destaque lo que considera el objetivo central del apartado laboral del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC): “El objetivo es proteger y defender los derechos laborales. Hemos sido muy claros en eso: el objetivo es aumentar los salarios y reducir la brecha salarial que es 10 a uno, que se ha mantenido durante todo el periodo de los gobiernos neoliberales en México”.

Esa brecha salarial afecta a los mexicanos, naturalmente, pero también a los estadunidenses, pues “los mexicanos no pueden comprar nuestras exportaciones”.

“La razón para tener sindicatos independientes y democráticos es poder ir cerrando la brecha salarial, porque eso nos perjudica a nosotros en EU.”

–¿Pretenden destruir a la CTM como dicen sus dirigentes?

–La gran mayoría de los sindicatos existentes no han hecho nada para que incrementen los salarios en las últimas cuatro décadas. Al contrario, se han aliado con las políticas neoliberales y han sido los que obligan a la gente a aceptar la disciplina salarial.

Los dientes del T-MEC

El recuento en GM fue resultado de la activación del Mecanismo de Respuesta Rápida previsto en el T-MEC, que hasta ahora se ha aplicado en sólo cuatro casos.

Davis considera que es “muy temprano para arriesgar opiniones sobre el resultado del mecanismo. Ha habido muy pocos casos hasta ahora, pero han llamado la atención de las empresas. La respuesta de los trabajadores ha sido consistente y han votado por mayorías abrumadoras en favor de los sindicatos independientes, lo cual es muy interesante, porque no están obligados”.

La eficacia del mecanismo quedó probada en el caso de GM. A partir de que el gobierno de EU presentó la demanda, dice Davis, “la empresa dejó de despedir a los líderes del sindicato independiente. No digo que dejó de presionar, pero sí dejó de usar la manera más extrema, que es el despido. Y parece que los demás han actuado de la misma forma, como en el caso de Panasonic”.

La razón es que el mecanismo del T-MEC sí tiene dientes.

Hay una escala progresiva de sanciones. En tanto se sigue el proceso de la queja, las tarifas arancelarias van a una cuenta de reserva, “porque no tienen que pagar hasta que se dé una resolución del panel”.

En la planta de GM Silao, explica el dirigente, se producen vehículos (unos mil al día) como las camionetas Blazer y Silverado, que en el mercado estadunidense se venden en 50 o 70 mil dólares.

“Desde el momento en que se presentó la demanda a la solución negociada pasaron 100 días. El arancel que hubiese tenido que pagar GM, en caso de perder, sumaría unos 10 millones de dólares por día. Aun para una empresa del tamaño de GM es una cantidad apreciable”.

–En 2019, Richard Trumka, dirigente de la AFL-CIO, se reunió con el presidente López Obrador. Luego habló de que una de las dificultades de la reforma laboral era el bajo número de inspectores laborales. ¿Qué ha cambiado?

–El presidente López Obrador conoce el tema laboral y todas las iniciativas de su gobierno han sido fundamentalmente positivas para los trabajadores. Tiene la enorme tarea de enfrentar un sistema que ha existido durante un siglo.

“Las iniciativas son muy buenas, las leyes son más que adecuadas, pero sí se necesitan más recursos, más capacitación, más compromiso político, más publicidad, abrir espacios para que los trabajadores realmente sientan que tienen apoyo. Esperamos que los dos gobiernos van a seguir platicando y buscando la manera de aumentar los recursos.”

Davis considera que, pese a los avances, habrá que esperar para ver si realmente se democratiza el mundo sindical mexicano. “Tenemos que ver qué pasa con las legitimaciones (de contratos colectivos de trabajo, previstas en la reformada ley laboral)”.

Dice que se ha hablado de más de medio millón de contratos que, según la ley reformada, los trabajadores deben legitimar en proceso de votación personal, libre, directa y secreta. Muchos de esos contratos, asegura, son “contratos muertos”.

Según Davis, el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral estima que en realidad existen entre 80 y 100 mil contratos (la legitimación, hasta ahora, se ha llevado a cabo en poco más de 5 mil, a 10 meses del vencimiento del plazo legal).

“Estamos lejos de poder declarar el triunfo de la democracia sindical en México, pero es una fase preliminar muy importante porque están utilizando por primera vez estos mecanismos.”

–Los sindicatos tradicionales sostienen que los triunfos de los independientes ahuyentarán las inversiones.

–Las empresas que invierten en México van a seguir llegando. Honestamente, de todos los riesgos que enfrentan las empresas para invertir en México, la democracia sindical ni siquiera aparece en la lista de los primeros 10 obstáculos.

Por: Arturo Cano / La Jornada

Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2022/07/12/economia/ben-davis-el-t-mec-puede-ser-palanca-para-cerrar-la-brecha-salarial/

Qué implica la brecha laboral

Las mujeres tuvieron una brecha laboral más elevada, ya que 26.9% de las trabajadoras potenciales trabajaron menos de lo que podrían o querrían.

La generación de empleo -en particular empleo formal- es fundamental para proveer de ingresos estables a la población. Sin embargo, en México aún no es suficiente para emplear a los hombres y mujeres que quisieran trabajar, indicó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

En ese sentido, detalló que para medir esta insuficiencia, la brecha laboral resulta una herramienta útil, ya que toma en consideración tres poblaciones: la desocupada, la subocupada y la que no es económicamente activa pero está disponible para trabajar (PNEA disponible).

A nivel nacional, la brecha laboral está compuesta en su mayoría por la población que está disponible para trabajar pero que no está motivada para incorporarse al mercado laboral.

Como proporción de la fuerza laboral potencial, la desocupación tiene un menor nivel. Al cierre del primer trimestre de 2022, las mujeres tuvieron una brecha laboral más elevada, ya que 26.9% de las trabajadoras potenciales trabajaron menos de lo que podrían o querrían; de ellas, 17% se encontraron en disposición de trabajar, pero desmotivadas para buscar un empleo, principalmente por considerar que tendrían pocas posibilidades de acceder a él. Por otro lado, la brecha laboral en hombres fue de 18.9%, impulsada por un 8.1% de trabajadores potenciales que se encontró subocupado.

En conjunto, la población desocupada, subocupada y la PNEA disponible componen una medida comprensiva sobre el potencial sin aprovechar de la fuerza laboral del país, y sobre la brecha entre las oportunidades de empleo que ofrece el mercado y la cantidad de personas dispuestas para tomarlas. En ese sentido, la brecha laboral es un indicador de los retos que persisten para proveer empleo suficiente a la población en edad de trabajar.

Al respecto, el IMCO propone:

  • elevar las condiciones laborales para las mujeres, de manera que la percepción sobre sus posibilidades de empleo mejore y se incentive una mayor participación femenina en la economía. Para ello, es necesario ajustar políticas de contratación tanto en el sistema público como el privado, al garantizar igualdad en las oportunidades para ambos sexos. Además, la reducción en la diferencia entre salarios ofrecidos a hombres y mujeres es fundamental para generar una percepción de un mercado laboral igualitario en el que más mujeres busquen participar
  • tener condiciones básicas como un estado de derecho sólido, un sistema político estable, y una economía dinámica, entre otros componentes. Una región más competitiva, con un entorno que fomente los negocios y el crecimiento económico, tiene una mayor capacidad de atraer y retener talento e inversión, y mejores posibilidades para generar empleo suficiente para su población, que aproveche los recursos humanos existentes. Para elevar la competitividad del país y sus estados, se deben usar herramientas como el Índice de Competitividad Estatal, que muestran los pendientes que cada región enfrenta para atender el tema.

Por: ide online

Fuente: https://idconline.mx/laboral/2022/05/31/que-implica-la-brecha-laboral