Panorama de las mujeres en el trabajo: Ocultar salud mental y añorar flexibilidad

En el último año creció el número de mujeres que enfrentan un ambiente de trabajo menos favorable en aspectos como salud mental y flexibilidad laboral. Algunos rubros que han mejorado son las tasas de agotamiento y los comportamientos no inclusivos en sus empresas.

Esto está empeorando. Menos mujeres sienten confianza para hablar en sus centros laborales sobre su salud mental y menos trabajadoras pueden desconectarse al final de su jornada. Además, son quienes más se ven obligadas a renunciar porque es demasiado cumplir con un trabajo remunerado y otro en casa, sin pago y mal distribuido.

El informe Mujeres en el trabajo 2023 “ofrece algunos indicios de mejora real” respecto a las dos ediciones anteriores. Hay que destacarlo: las tasas de agotamiento y los comportamientos no inclusivos se han reducido, “las mujeres reportan experiencias más positivas con el trabajo híbrido”.

Sin embargo, subyace otra realidad: “El número de mujeres que se siente cómoda hablando sobre salud mental en el lugar de trabajo ha disminuido significativamente del 43% en 2022 al 25% en 2023”, destaca el reporte de la consultoría Deloitte.

La investigación recoge las respuestas de 5,000 trabajadoras en 10 países. Sus testimonios permiten saber que al menos un tercio de ellas ha faltado al trabajo debido a su condición mental. Pero sólo el 25% tendría la confianza para contarlo, mientras que el año pasado el 39% manifestaba estar dispuesta a hacerlo.

Lo anterior coincide con otro dato reportado por la firma: seis de cada 10 mujeres dicen que no han sido apoyadas por su empleador en tema de salud mental; en 2022 eran cuatro de cada 10 las que no eran asistidas.

La emergencia por la covid-19 ha sido levantada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero las consecuencias persisten en los cuerpos y mentes de las mujeres. Si bien menos (28%) dicen sentirse agotadas en comparación con el año pasado (46%), en 2022 el 65% dijo que su salud física era buena; para este año son menos quienes lo afirman, el 54%, según el reporte.

Sin flexibilidad en la casa ni la oficina

Como muchas otras fuentes lo han demostrado, Deloitte señala que además de su trabajo remunerado, las mujeres siguen encargándose de la mayor parte del trabajo del hogar.

Pero además revela que, “a menudo, sienten que deben priorizar las carreras de sus parejas” por encima de sus propios proyectos de vida y necesidades. Incluso las mujeres que aportan el principal ingreso a sus familias experimentan esa aflicción.

Los roles de género pesan mucho: nueve de cada 10 mujeres encuestadas por la consultoría trabajan a tiempo completo en sus empleos. De ellas, el 46% tiene prácticamente toda la responsabilidad de realizar la limpieza del hogar y el cuidado de personas dependientes. Sólo el 34% dijo que dicho trabajo no remunerado lo realiza a partes iguales con su pareja.

En sus casas les demandan tiempo, presencia y trabajo. En sus empleos se los piden incluso cuando ya terminó su horario laboral. Según el reporte, “la presión para estar ‘siempre conectada’ también es peor, ya que sólo el 37% de las mujeres dice que puede desconectarse del trabajo en comparación con el 45% en 2022”.

El informe de Deloitte sostiene que, ante esto, “las mujeres quieren más flexibilidad en el trabajo, pero todavía no es una realidad para muchas, y esto está afectando sus opciones de carrera”. Pero además de un empleo flexible, se requiere que los líderes respeten los horarios de trabajo y paguen las horas extra.

La consultoría atribuye a la falta de flexibilidad “una de las tres principales razones por las que las mujeres dejaron a sus empleadores el año pasado y es la principal razón citada por las mujeres que actualmente buscan dejar a sus empleadores”.

Un ambiente laboral que no es propicio para hablar de salud mental, tampoco lo es para pedir flexibilidad o respeto por el horario de trabajo, así que las opciones son irse o soportar.

“Abrumadoramente, el 97% de las mujeres cree que pedir arreglos de trabajo flexibles podría afectar negativamente sus posibilidades de promoción en el trabajo y el 95% siente que las cargas de trabajo no se ajustarán en consecuencia”.

Por último, un dato que le puede ayudar a las empresas: “Dos tercios de las mujeres planean quedarse en la compañía por más de tres años, en comparación con el 19% de las mujeres que no tienen flexibilidad”. El trabajo flexible tiene claros beneficios de retención de talento.

Por: Blanca Juárez / El Economista

Foto: Especial (Shutterstock)

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Panorama-de-las-mujeres-en-el-trabajo-Ocultar-salud-mental-y-anorar-flexibilidad-20230518-0059.html

El impacto de las pausas de carrera de las madres trabajadoras

Hacer una pausa en la trayectoria profesional por razones personales todavía implica un costo para el desarrollo de carrera, pues el mercado sigue viendo con recelo las lagunas de tiempo en un currículum. La mitad de quienes viven esta situación en México son madres.

Hace poco me contactó una amiga que actualmente está reincorporándose al mercado laboral después de haber decidido dedicarse de tiempo completo a ser madre. Ahora enfrenta una realidad muy cruel en el entorno de trabajo: nadie cree que sea capaz de volver a tener un puesto debido a esta pausa voluntaria en su carrera.

Soy una reclutadora con más de 30 años de servicio y uno de los paradigmas que he roto en mi carrera buscando talento está precisamente relacionado con las pausas laborales, lo que también hoy es conocido como “descanso profesional” se acuerdo con una opción habilitada por LinkedIn para incluir dentro del perfil de trayectoria laboral.

¿A qué se refiere este concepto? Tiene que ver con una pausa, descanso o incluso año sabático que toma un profesional para dedicarlo a otros propósitos personales como “ser mamá, estudiar un doctorado, ir al extranjero, cuidar a algún familiar enfermo”, etc.

De acuerdo con una investigación realizada este año por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), el 29% de las personas trabajadoras ha tenido que pausar su carrera profesional en algún momento por cuestiones personales. De este grupo, el 44% son mujeres casadas y el 51% son madres.

Además, “la mitad de madres con educación superior han puesto en pausa sus carreras profesionales por motivos personales, contra dos de cada 10 padres”.

La mitad de las mamás trabajadoras no recibe apoyo alguno en su empresa

Para más de la mitad de las madres trabajadoras en el país, el principal desafío que enfrenta “es lograr un balance entre la vida personal y la laboral”, según un sondeo de OCCMundial. El 52% de ellas señala que las empresas en las que laboran “no brindan apoyos reales” para equilibrar las cargas de trabajo desproporcionadas que enfrentan.

En México, hay más de 17 millones de madres trabajadoras. Es decir, el 72% del total de mujeres con un trabajo remunerado tiene al menos un hijo o hija, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). De esa cifra de mamás, 3.3 millones (19%) tiene jornadas laborales de más de 48 horas a la semana.

En tanto, el estudio de la bolsa de trabajo en línea OCCMundial, indica que más del 90% de las empresas tiene dentro de sus plantillas laborales a mujeres con hijos o hijas. En el 29% de las compañías, más de la mitad de su personal es mamá. Aún así, pocas organizaciones se han responsabilizado de crear políticas para que sus empleadas ejerzan su derecho a cuidar en condiciones dignas.

A pesar de que en el país contamos con protecciones laborales para las madres desde la Constitución y en la Ley Federal del Trabajo (LFT), éstas son insuficientes y no siempre son cumplidas.

Por ejemplo, la licencia de maternidad de 12 semanas con goce de sueldo está por debajo de lo que recomienda la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de al menos 14 semanas. Y según OCCMundial, el 17% de las mamás encuestadas informaron que las empresas donde trabajan no respetan este periodo y le piden a las mujeres alguna tarea o que vuelvan a trabajar.

Recientemente, el Congreso reformó los artículos 101 y 102 Bis de la Ley del Seguro Social (IMSS) para que las mamás o personas con capacidad de gestar puedan transferir hasta cuatro de las seis semanas de licencia previas al parto para después de dar a luz. Esto está vigente desde marzo pasado y se requiere autorización médica.

En el resto de los países de América del Norte, Estados Unidos otorga el mismo número de semanas de permiso. Sin embargo, las madres trabajadoras no reciben su salario durante el tiempo que estén fuera preparándose para el parto y recuperándose de él. En cambio, Canadá otorga 17 semanas pagadas.

Licencias en el embarazo

Otra de las protecciones legales para las madres es la prohibición a las empresas de exigir certificados médicos de no embarazo para el ingreso, permanencia o ascenso en el empleo. Esto está estipulado en el artículo 133 de la LFT.

Según el sondeo de OCCMundial, al 90% de las mujeres les han preguntado si tienen hijos o hijas como parte de una entrevista de trabajo.

Por otro lado, el artículo 170 de la LFT indica que durante el embarazo “no realizarán trabajos que exijan esfuerzos considerables y signifiquen un peligro para su salud física y mental”.

En Estados Unidos, el próximo 27 de junio entrará en vigor la Ley de Equidad para Trabajadoras Embarazadas (PWFA, por sus siglas en inglés). Dicha norma ordena a las empresas realizar y otorgar “adaptaciones razonables” para dichas trabajadoras, como:

  • Estacionamiento cercano
  • Horarios flexibles
  • Tiempo de descanso adicional para ir al baño, comer y descansar
  • Licencia o tiempo libre para recuperarse del parto
  • Exentarlas de actividades extenuantes y/o actividades que impliquen exposición a compuestos no seguros para el embarazo

Ninguna democracia completa si las mujeres no estamos ahí: Inés González

La importancia de las mujeres sindicalistas y la visibilización de las necesidades de las mujeres en el Día Internacional de las Trabajadoras: una lucha contra la violencia de género y la explotación.

¿Cuál es la realidad en torno a la democratización, la paridad de género y los espacios libres de violencia en los sindicatos de nuestro país? Los desafíos para alcanzar esta triada son múltiples y, con ello, las consecuencias también; en el marco del Día Internacional de las y los Trabajadores una de las interrogantes sobre la mesa es, ¿quiénes se encuentran a la defensa de las millones de mujeres en situación de violencia y explotación laboral? ¿Los charros, figura masculina que hace alusión a los líderes sindicales que lucran con su posición, se alinean a los intereses del Estado y ejercen violencia?

La lucha feminista y la lucha obrera, históricamente han ido de la mano en nombre de la emancipación de las mujeres, los derechos laborales, la erradicación de la explotación y el cierre de la brecha salarial. La perspectiva de género, en este sentido, se vuelve la herramienta idónea para generar los espacios propicios para todas las trabajadoras en nuestro país; sin embargo, si desde las posiciones de poder hay una ausencia de este conocimiento, de manera escalonada se favorece la perpetuación de la violencia y la invisibilización del trabajo de las mujeres obreras.

 

“Los sindicatos se van a fortalecer siempre y cuando reconozcan que la participación de las mujeres es fundamental, ninguna sociedad se puede desarrollar de manera sostenible si no cambia y aumenta la distribución de oportunidades” (Inés González, Coordinadora de Diálogo Sindical y de Género de la Fundación Friedrich Ebert en México).

 

¿Cuál es el panorama para las mujeres sindicalistas?

 

Para entender este fenómeno, La Cadera de Eva entrevistó a Inés González coordinadora colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas quien señaló que históricamente existe un reconocimiento de que las mujeres pueden ser dirigentes sindicales, especialmente, si se observa que existe una participación femenina del 8%.

“El que no exista este reconocimiento y que no se le brinde la oportunidad a las mujeres a participar es algo que todavía tenemos que trabajar porque no hay resultados reales”, explicó la sindicalista.

 

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Y es que, desde su perspectiva, no sólo se trata de que exista la paridad de género de la que se habla en las reformas a la Ley del Trabajo de 2019, sino que queda aún un camino por recorrer; en primera instancia, no debería de ser una ley la participación de las mujeres, por el contrario, se trata de un derecho humano y, en segundo lugar, es necesario generar espacios propicios libres de violencia para el libre ejercicio sindical, explica Inés González.

Con frecuencia se aborda el tema del 50/50 en las instituciones gubernamentales y, si bien, esto representa un gran acierto para la política, las mujeres deben de gozar de la misma libertad de participación. Por ejemplo, al interior de los sindicatos la postura de una mujer no es tomada con la seriedad suficiente, además de que viven acoso sexual, estigmatización, discriminación y exclusión. La mujer, aunque esté presente, se mantiene subordinada a un sistema patriarcal que obstaculiza su ejercer, como lo explica la coordinadora colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas:

 

“Las mujeres tienen que estar ahí para imprimirle otro enfoque a la lucha sindical de nuestro país, es una discriminación inminente la que viven las mujeres, porque se tiene un pensamiento androcéntrico de que la política es por y para hombres y claro que cuando las mujeres se atreven (a participar) pues les pasa de todo, burlas, acoso, hostigamiento, descalificaciones, les piden que se vayan a sus casas, cuando una mujer sube a tomar el micrófono empiezan los chiflidos de que está bonita y no entienden el aporte de su discurso”, menciona Inés González.

 

La violencia que viven las mujeres sindicalistas no es mas que el espejo de una sociedad violenta que posee una profunda carga patriarcal y que se refleja en la vida cotidiana de otras mujeres. En entrevista para La Cadera de Eva, Olga, una enfermera afiliada al sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social y que desempeña su labor al norte de la capital señala que una práctica común como defensora de los derechos del trabajador es que no la consideren lo suficientemente capaz.

Desempeñándose en el turno nocturno, comparte que a veces se encuentra sola en ese turno y, cuando es requerida para mediar una situación, sus compañeros le exigen tratar con un hombre, pues no desean tratar con ella, la cuestionan y excluyen.

“Siento que no tenemos el apoyo de los demás delegados hombres, muchas veces en el turno nocturno estamos solas en caso de agresiones. ¿Nos protegen?: no lo creo. Te piden hablar con otros hombres porque creen que tú no vas a luchar y no es así, las mujeres también luchamos y les buscamos soluciones a sus problemas, algo que nuestros compañeros no hacen”, explica en entrevista.

 

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Su testimonio es uno de tantos que muestran cómo la violencia de género se instaura desde los altos puestos de los sindicatos, atraviesa a las mujeres afiliadas en sus centros de trabajo y finalmente, trastoca a quienes deben ser defendidas y tomadas en cuenta: las obreras mexicanas.

En ese sentido, Inés González acota que se trata de múltiples luchas pues, al interior del Comité Ejecutivo de los sindicatos no toman en cuenta las propuestas de las mujeres y cuando se logra convencer de impulsar un proyecto, los líderes lo postergan señalando que no hay presupuesto suficiente. Posteriormente, se libra otra lucha contra otros compañeros, incluso de la misma bancada, quienes carecen de perspectiva de género y ejercen sus funciones sin considerar la interseccionalidad, es decir, las condiciones que atraviesan a cada persona de manera particular.

Con tanto qué trabajar y con un registro tan amplio de la violencia patriarcal que vive la mujer sindicalista, se podría pensar que existe un órgano especializado en género que sirva como refugio para ellas, protección, de acompañamiento y ponga un freno importante, sin embargo la respuesta es no, no existe una comisión de este corte.

Durante la conversación con Olga se le cuestionó si sabía quién la protegía, cuál era el protocolo o con quiénes podría acercarse en caso de violencia de género, hostigamiento o acoso sexual; no sabía y reconoció que no había órgano que velara por ella y sus compañeras enfermeras sindicales.

 

“No existe un órgano que proteja a las sindicalistas, por eso es tan importante que también los sindicatos creen estos protocolos para atender la discriminación para todas las personas, pero principalmente, para las mujeres. Estamos muy atrasados en ese sentido de no tener instancias para la atención de la violencia (…) creo que tiene qué ver con muchas cosas, entre ello, la falta de presupuestos”, explica Inés González al abordar la misma pregunta.

 

Generar protocolos es una cuestión prioritaria para Inés González, pero no sólo se debe atender en papel o dejar una queja, sino que se debe de ofrecer una resolución contundente al problema pero no existe experiencia en los sindicatos para abordar estas cuestiones, por lo que, desde la perspectiva de la sindicalista, «se cierran los ojos para no ver la realidad». 

 

Abriendo el panorama: mujeres costureras

 

El 57% de las personas que trabajan en la industria textil son mujeres y son precisamente ellas quienes se enfrentan a la mayor precarización laboral, no poseen contratos fijos, vacaciones establecidas y viven situaciones de violencia con su empleador, por ejemplo, amenazas y castigos.

Trabajando hasta 18 horas consecutivas en las maquilas, las mujeres presentan altos niveles de estrés, ansiedad, insomnio y enfermedades derivadas del sedentarismo al pasar la mayoría del día sentadas, algunas veces, sin poder levantarse de su silla.

 

Desempeñan sus labores en fábricas insalubres, zonas altamente inseguras, sin equipo de protección suficiente, acceso a espacios verdes e incluso, sin servicios básicos como el agua. En ese sentido, es importante destacar que 3 de cada 10 mujeres trabajadoras en nuestro país no cuenta con un baño limpio, agua, jabón ni productos de gestión menstrual de libre acceso, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Gestión Menstrual (ENGM).

A pesar del Nuevo Modelo Laboral del 2019, las violencias sistémicas se mantienen vigentes en la vida de las trabajadoras mexicanas: se desconoce su experiencia, vivencias, violencias y cómo se enfrentan a una opresión que las mantiene sujetas a jornadas de casi 24 horas y abuso de los jefes de producción.

 

“El cuerpo de la mujer es la última frontera del capitalismo”. (Filósofa Silvia Federici).

 

Finalmente, es necesario hacer hincapié en que mientras exista una participación mínima de mujeres en los sindicatos de trabajadores, la lucha obrera continuará desconociendo que las mujeres trabajadoras también existen y resisten a una precarización laboral inconcebible. La mirada de las mujeres sindicales y de la disidencia sexo genérica permite quitarse la ginopia y comenzar a poner el foco en cuestiones prioritarias como la violencia de género, la salud menstrual digna o visibilizar el trabajo no remunerado y de cuidados.

 

“Las mujeres necesitamos tener espacios libres y armónicos, lejos de la violencia laboral y sexual porque no habrán mejores condiciones laborales ni una democracia completa si las mujeres no estamos ahí. Es momento de que tomemos en nuestras manos la reforma laboral del 2019 y la hagamos cumplir, sé que no es fácil, pero hay que atrevernos a apropiarnos de los espacios y transformar la realidad” (Inés González, Coordinadora de Diálogo Sindical y de Género de la Fundación Friedrich Ebert en México).

Por: La Cara de Eva

Fuente: https://lacaderadeeva.com/actualidad/ninguna-democracia-completa-si-las-mujeres-no-estamos-ahi-ines-gonzalez/7474

Alza a mínimos redujo 20% brecha salarial de género en tres años

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Consami) estimó que el incremento de 95.6% que ha tenido el salario mínimo general nominal entre el 2019 y el 2022 ha implicado una reducción acumulada de la brecha salarial de género de 20% en el mismo período.

En su documento “Efecto de la nueva política de salarios mínimos en la brecha salarial de género”, la Conasami detalló que una explicación es que el salario mínimo incrementa más el salario promedio de las mujeres que de los hombres, dado que, “dentro de la distribución salarial por sexo, hay una mayor proporción mujeres que ganan el salario mínimo en comparación con los hombres”.

Para el análisis, detalló la Conasami, se trabajó la base de datos para incluir solamente a aquellas personas aseguradas que tienen un empleo y salario asociado, y que están en edad legal de trabajar (mayores de 15 años).

Posteriormente se calculó el salario base de cotización como la división de la masa salarial entre los trabajadores asociados a ésta; y se crearon variables indicadoras del sector económico a una posición, tamaño del patrón, sexo, rango de edad y rango salarial (se agregó en un solo rango a aquellos que ganan más de cinco salarios mínimos vigentes en cada año).

Otra lectura del hallazgo de la regresión econométrica realizada por la Conasami es que por cada punto porcentual que aumenta el salario mínimo la diferencia salarial baja 0.21 puntos porcentuales.

Al respecto, el presidente de la Conasami, Luis Murguía, explicó que es fundamental conocer el comportamiento de los salarios en la brecha de género controlando por variables socioeconómicas. “¿Qué quiere decir esto? qué si comparas el salario de hombres y mujeres te va a dar que es más alto el de hombres, pero la diferencia se puede deber a varias cosas: la edad, la experiencia, que las mujeres estudian menos carreras de ingeniería (qué pagan más), y que las mujeres tienen labores de cuidados”.

La Conasami buscó quitar todos esos factores, para conocer de manera más clara la discriminación salarial.

Así es como en el análisis que presentó la Dirección Técnica de la Conasami se destaca que el efecto del salario mínimo varía según el nivel de ingreso.

“En el decil más bajo el aumento del salario mínimo redujo la brecha de género en 55.5% a nivel municipio. El efecto siempre es negativo en todos los deciles, pero se reduce en magnitud al avanzar la distribución y pierde significancia en el sexto decil”.

Asimismo, la Conasami detalló que no se encuentran efectos diferentes en la brecha salarial entre la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) y el Resto del país.

Cabe recordar que la política de recuperación del salario mínimo comenzó en el sexenio pasado, pero las alzas se han acelerado en esta administración.

En el 2017, el incremento fue de un inédito (para ese entonces) 9.6 por ciento. A este le siguió un alza de 10.4% en el 2018 y otro de 16.2% en el 2019. Luego en el 2020 se elevó 20%; en el 2021, 15%; y en el 2022, 22 por ciento.

En ese lapso el salario mínimo general pasó de 80 a 172.9 pesos diarios.

Por: Pilar Martínez / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Alza-a-minimos-redujo-20-brecha-salarial-de-genero-en-tres-anos-20230412-0127.html

Guanajuato último lugar en igualdad laboral para las mujeres

En lo que va del 2023 Guanajuato se ubica en el último lugar en el ranking general de las entidades que ofrecen condiciones óptimas para que las mujeres entren y permanezcan en el mercado laboral al registrar únicamente el 33.2%, lo que significa que tiene la mayor proporción femenina que trabaja jornadas largas, es decir, más de 48 horas semanales.

Además, el estado tiene mayor desigualdad en términos del trabajo no remunerado y, es que, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), en su edición: “Estados Con Lupa de Género”, las mujeres en Guanajuato dedican un 79% más tiempo que los hombres a estas actividades, lo que limita el tiempo que puede ofrecer en el mercado laboral.

Aunado a esto, el 51% de las mujeres se encuentra en pobreza laboral, mientras que en el tema de la violencia de género, es la entidad que más sufre, debido a que se registran 10.8 homicidios femeninos por cada 100 mil mujeres.

En contraste, la entidad con mejor desempeño fue la Ciudad de México al ocupar el primer lugar con el 65%, además su población femenina está mejor preparada, ya que el 60% cuenta, con al menos, estudios de nivel medio superior.

Además, ofrecen empleos de mayor calidad, formales y con ingresos más altos, tienen menos desigualdad en la repartición de tareas del hogar y de cuidados, cuentan con un buen desempeño en la tasa de embarazo adolescente al registrar solo el 10.6%, que está directamente relacionada con la falta de oportunidades laborales futuras para las jóvenes.

Sin embargo, el IMCO menciona en su informe que las trayectorias de crecimiento profesional de las mujeres son desconocidas, ya que no hay datos para dimensionar y monitorear su participación en mayores puestos jerárquicos.

También reconoce que la violencia de género es uno de los principales obstáculos para la participación de las mujeres en el mercado laboral, ya que cada día en México 10 mujeres son víctimas de homicidio.

Los gobiernos estatales, indica, pueden acelerar las condiciones para detonar el potencial económico de las mujeres al generar mejor información con perspectiva de género, por tal motivo, el IMCO propone promover que ellas continúen con sus estudios, que se incentive el ofrecer mejores oportunidades laborales desde lo local.

También medir y transparentar el porcentaje de mujeres por nivel de puesto, principalmente para el sector privado, academia y sociedad civil, asimismo, recomienda contar con información que permita identificar y monitorear las brechas de género en el mercado laboral para diseñar políticas públicas y corporativas con base en evidencia.

Así como incentivar ambientes laborales más inclusivos que sean compatibles con la corresponsabilidad de cuidados, por ejemplo, a través de extender los permisos de paternidad, reconocer a los centros de trabajo o contar con un portal de buenas prácticas de inclusión de mujeres.

Por: Ana Medina / El Sol del Bajio

Fuente: https://www.elsoldeleon.com.mx/local/guanajuato-ultimo-lugar-en-igualdad-laboral-para-las-mujeres-9871965.html

Red de Mujeres Sindicalistas, 26 años de lucha por derechos laborales

La Red de Mujeres Sindicalistas (RMS) cumple este mes 26 años de haber iniciado la defensa de los derechos laborales de las mujeres, para conmemorarlo organizó el conversatorio Construyendo Liderazgos de Mujeres Trabajadores, en el cual se discutieron los retos que se tienen en materia laboral y lograr una mayor participación de las mujeres.

De acuerdo con la RMS, este organismo nació en una década en la cual no había protocolos para la atención del hostigamiento sexual, ni tampoco la igualdad sustantiva se discutía al interior de las organizaciones sindicales.

Norma Malagón, integrante de la Dirección Colegiada de la Red comentó en el foro: “Los pocos espacios donde las mujeres participaban eran conocidos como Secretarías de Acción Femenil, en donde ellas podían interactuar, pero no era en puestos de decisión. La necesidad de fortalecer los liderazgos de las mujeres llevó a más de 40 a la creación de la organización quienes se reunían en la Escuela del Sindicato Mexicano de Electricistas para discutir los temas de género que se tenían que abordar”.

En el año 2000 la organización impulsó una campaña para promover un ambiente de trabajo digno y libre de hostigamiento, por lo que fue una de las primeras en crear un modelo de atención para las mujeres que vivían violencia en su ámbito laboral.

Entre los principales logros de la Red está la introducción del tema de equidad de género dentro de los sindicatos en la Reforma Laboral del 2019, debido a que la representación femenina en estas organizaciones es muy baja. Datos de la Secretaría del Trabajo indican que actualmente existen 5 mil 313 mujeres líderes sindicales, cuando en el 2019 había sólo 275, lo que demuestra la desigualdad de género que existe, por lo que se debe de impulsar la preparación y que cada vez más mujeres ocupen puestos de decisión en las organizaciones sindicales.

Por su parte, Inés González, quien también forma parte de la Dirección Colegiada de la Red, advirtió: “Esta organización inició con la finalidad de construir un sindicalismo distinto, más igualitario. Nosotras construimos esa gran utopía de tener un sindicalismo distinto, de que las mujeres trabajadoras tenemos que participar y promover una democracia sindical diferente a la de los líderes sindicales del México de hoy. Todavía en el 2023, no es igualitario, las mujeres no tenemos completamente el poder sindical, y debemos hacerlo porque por eso luchamos por una Reforma Laboral en 2019”.

Los sindicatos no se han democratizado como se esperaría, ya que no hay mujeres construyendo el día a día, la política sindical, la agenda sindical, el contrato colectivo de trabajo, no puede llamarse democrático y no puede llamarse tampoco trabajo decente si no estamos ahí las mujeres representadas.

A su vez, Rosario Ortiz, quien comparte la Dirección de la Red, manifestó que la institución sindical ha pasado por varios momentos y destacó la campaña Trabajo Digno y la discusión de la Norma 37.

“No solo es avanzar en el trabajo digno y la igualdad sustantiva, que son los 2 pilares centrales de los trabajos que tenemos que hacer las trabajadoras, las dirigentes, que estamos enfrentando políticas por una ofensiva de nuestros derechos laborales muy fuerte, tenemos una ofensiva tanto de la iniciativa privada, como de las instituciones públicas en contra de nuestros derechos laborales y prestaciones sociales, y ahí las más afectadas somos las mujeres. Entonces, tenemos retos muy grandes”, manifestó.

Dijo que a pesar de los avances con la Reforma Laboral aún hay muchos pendientes que se deben consolidar, como romper los estereotipos que no permiten tener avances de fondo. También comentó que con la llegada de Tesla a Nuevo León se debe vigilar que se establezca un sindicato democrático y que no sea discriminatorio.

La Red de Mujeres Sindicalistas ha colaborado con mujeres trabajadoras sindicalizadas de diversos sectores y en distintos estados del país, con programas de formación sindical para que estén informadas de los beneficios y las oportunidades que otorgan la Reforma Laboral y el TMEC, para lograr mayor participación y ejercer sus derechos laborales.

Por: Quadratín México

Fuente: https://mexico.quadratin.com.mx/red-de-mujeres-sindicalistas-26-anos-de-lucha-por-derechos-laborales/

Derechos laborales de la mujer en México

Sin duda México tiene una gran deuda histórica con las mujeres trabajadoras; analizaremos algunos datos y haremos reflexiones sobre la evolución de los derechos laborales de las mujeres:

1. De la población económicamente activa (PEA) el 48 % son mujeres.

2. La mayoría de las mujeres trabajadores lo hacen en la informalidad (54.5%).

3. En nuestro estado la fuerza laboral femenina representa el 48.35% de la economía.

4. La ley federal del trabajo contiene un capítulo especial denominado TRABAJO DE LAS MUJERES.

5. Este apartado de LFT busca en lo general asegurar igualdad de trato y oportunidades para las mujeres trabajadoras (condiciones de trabajo, ascensos y salarios).

6. De manera específica establece condiciones de protección para las mujeres embarazadas y el producto.

7. De acuerdo a la LFT, las trabajadoras embarazadas no deberán laborar en horarios nocturnos, labores insalubres, horas extras, ni prestar sus servicios después de las 10 pm.

8. El periodo de lactancia será de 6 meses (se busca ampliarlo).

9. Las empresas deberán tener una política de atención para los casos de denuncias por acoso.

10. Los trabajadores del hogar (90% mujeres) tienen los mismos derechos laborales que cualquier empleado (IMSS, vacaciones, aguinaldo, etc.).

11. Los juzgadores están obligados a resolver conflictos con “perspectiva de género”.

12. La Organización del trabajo (OIT) ha publicado al menos 4 acuerdos que buscan la protección de los derechos de las mujeres trabajadoras.

Todavía queda un largo camino para la igualdad laboral entre hombres y mujeres; más allá de la modernización de nuestra legislación en este tema, debemos como empresarios y sociedad, reconocer e implementar todas las políticas y normas internas que den trato igualitario y digno a nuestras trabajadoras. Vayamos saldando esa deuda social.

Por: El Imparcial

Fuente: https://elpulsolaboral.com.mx/mercado-laboral/29558/derechos-laborales-de-la-mujer-en-mexico

Industria de la moda le toma la medida a las mujeres para explotación laboral

La organización feminista La Círcula documentó diversas violaciones a los derechos de las mujeres en la industria de la moda. Encontró que las maquilas las prefieren porque les significan obra de mano barata y una baja probabilidad de que formen un sindicato para defenderse.

“Las mujeres son las personas preferidas” para trabajar en la industria de la vestimenta global, concluyen crudamente las abogadas de La Círcula, una organización jurista feminista, luego de una investigación sobre las condiciones laborales de las mujeres en ese sector.

A la industria de la moda, las mujeres le representan mano de obra barata, las consideran más obedientes; le viene de maravilla que por circunstancias sistémicas ellas acepten los empleos precarios que ofrecen en sus maquilas y, además, que cumplan con jornadas irregulares.

Algunas maquilas han encontrado espacios para también utilizar la fuerza de trabajo de niñas y niños. Esto es parte de lo que hallaron las integrantes del Círculo Feminista de Análisis Jurídico, nombre completo de la organización tras el reporte Reforma laboral: Análisis desde una perspectiva de género y de la industria de la moda.

Apenas se asoma la primavera, pero las colecciones para esta estación ya no están en tendencia. Las personas consumidoras son impulsadas a pensar en lo que viene para el invierno y, sobre todo, a comprarlo. Cada prenda que adquirimos, la utilizamos entre siete y 10 veces y luego la desechamos, dice Selma Maxinez, de La Círcula.

El negocio de la indumentaria quiere producir lo más rápido posible al menor costo. Así que el modelo de muchos empresarios se basa en “salarios de miseria”, subcontratación y jornadas de hasta 18 horas.

En todo el mundo, las mujeres son la mayor parte de la fuerza laboral en este sector; en México ellas representan el 68 por ciento. En tanto, el 57% de todas las personas que trabajan en la confección de prendas de vestir en nuestro país y que no cuentan con salario fijo, contrato por escrito o seguridad social es mujer, señala el informe.

“Dos de cada tres personas que trabajan en la industria de la moda sin remuneración son mujeres. Casi seis de cada 10 personas subcontratadas también son mujeres”.

A nivel nacional, esta industria genera más de 2.1 billones de pesos de ingresos anuales, “lo que representa el 2.4% del PIB del sector manufacturero”. De esas ganancias, las empresas destinan sólo 4% al pago de salarios, según la agrupación de organizaciones civiles Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP).

“Casi dos tercios de quienes trabajan en ese sector no tienen un ingreso suficiente para comprar dos canastas básicas necesarias para mantenerse a sí mismas y a otra persona”, señala ACFP.

Las mujeres visten de precariedad

“A finales de los años setenta comenzaron a instalarse múltiples plantas ensambladoras en ciudades fronterizas como Tijuana, Ciudad Juárez, Matamoros, Mexicali y Nogales”, recuerda La Círcula en el informe.

La firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) impulsó la industria y “principalmente fueron mujeres quienes tomaron estos trabajos” porque el esquema de las maquilas “consiste en mano de obra barata y estímulos fiscales para gobiernos locales”. De esa manera, “comenzaron a desplazarse por todo el país” con el mismo modelo.

A medida que creció “el desempleo entre los hombres y que fue cayendo el salario mínimo, se ‘empujó’ a las mujeres a buscar trabajos a fin de encontrar medios para ayudar con los ingresos de la familia”. Y así, feminizaron la mano de obra mexicana en esta actividad económica.

Son varias las razones por las que las mujeres se han convertido en las predilectas de esta industria. Las mujeres en México se ocupan de cerca del 80% del trabajo del hogar y de cuidados no remunerado, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

No sólo carecen de dinero, sino también de tiempo, apuntan las abogadas de La Círcula. Por eso aceptan un trabajo de confección que pueden hacer en sus casas, pero de manera informal, con salarios muy bajos, sin seguridad social ni ninguna prestación.

O toman el trabajo en la maquila, con horarios que podrían venirles bien al inicio, pero que pronto descubren que pueden ser de hasta 18 horas continuas, como documentó la organización feminista. “A las mujeres se les contempla como más obedientes, de modo que es menos probable que se unan a sindicatos, en comparación con los hombres, por lo que tienden a aceptar llevar a cabo trabajo repetitivo y monótono”.

Otra ventaja para las maquilas es que, “en cuestión de habilidad, a las mujeres se les atribuye mayor capacidad para trabajos minuciosos que requieren mayor velocidad”.

La violación a sus derechos laborales

Algunas de las violaciones a los derechos de las mujeres trabajadoras en la industria de la indumentaria documentados por La Círcula son:

  • Espacios de trabajo reducidos, con poca ventilación o en condiciones insalubres
  • Falta de contratos escritos
  • Salarios precarios
  • Largas jornadas que incluyen tiempo extra, rebasando el límite legal semanal
  • Tiempos de descanso mínimos
  • Carencia de primas de antigüedad
  • Menos días de vacaciones y de incapacidad por maternidad
  • Aguinaldo menor a lo que estipula la ley

“Y si comenten un error, son multadas hasta con dos terceras partes de su salario”. También laboran bajo modelos de subcontratación que ya están prohibidos por la Ley Federal del Trabajo (LFT).

La cadena de suministro fragmentada con un alto nivel de tercerización, vuelve más complicada la inspección laboral. “Las grandes empresas de la industria indumentaria contratan a medianas empresas para la maquila de sus productos y estas últimas, a su vez, subcontratan a pequeñas y micromaquiladoras”. Algunas operan prácticamente en la clandestinidad.

Recomendaciones y buenas prácticas

La reforma laboral de 2019 puso en marcha un nuevo sistema de justicia laboral y creó nuevas condiciones para democratizar a los sindicatos y promover la organización de las trabajadoras y los trabajadores para defender sus derechos.

Para esta investigación, mediante 102 solicitudes de acceso a la información, el equipo de La Círcula consultó a las autoridades encargadas de implementar la reforma para saber qué están haciendo para incorporar la perspectiva de género.

Los cuestionamientos fueron dirigidos a los poderes Ejecutivo y Judicial federales y estatales. La gran mayoría no respondió, y de las que contestaron, pocas tienen acciones reales para transversalizar la perspectiva de género, y menos resultados concretos.

Entre las pocas buenas prácticas, destaca que San Luis Potosí instaló una unidad de igualdad de género en el Centro de Conciliación Laboral.

Y aunque la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) ha hecho un gran trabajo y acciones que se ven, dice Selma Maxinez, en materia de género la dependencia respondió que “solamente han emitido el Plan de Acción para incorporar la perspectiva de género en la instrumentación de la reforma al sistema de justicia laboral”.

Ni las secretarías locales ni la federal señalaron la inspección como una acción para garantizar los derechos de las mujeres en el ámbito laboral.

Por lo tanto, la opacidad y clandestinidad de las empresas y la falta de acciones con perspectiva de género en la implementación de la reforma laboral tienen como consecuencia “que el acceso a la justicia laboral sea sumamente complicado” para las mujeres, adolescentes, niñas y niños que están empleados en la industria de la moda.

Por ello, una de las recomendaciones puntuales a la STPS es que “ponga en marcha a la brevedad el Plan de Acción”. También le piden acompañar el proceso de reforma y creación de leyes para implementar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre violencia laboral.

Y al Poder Judicial le solicitan “reforzar las acciones para transversalizar la perspectiva de género en el nuevo sistema de justicia laboral”, entre muchas otras recomendaciones que contiene el amplio informe.

Por: Blanca Juárez / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Industria-de-la-moda-le-toma-la-medida-a-las-mujeres-para-explotacion-laboral-20230322-0065.html

STPS: se multiplicó presencia femenina en sindicatos

De acuerdo con datos de la Dirección General de Registro de Asociaciones, en 2019, cuando se aprobó la reforma laboral, la presencia de mujeres era de 275 ocupando una de las carteras de mayor importancia dentro de la organización sindical (secretaría general) y 39 en representaciones seccionales.

A cuatro años de haberse implementado la reforma laboral, de las 1,600 directivas sindicales renovadas en los diversos sindicatos, 5,313 mujeres ya participan en las dirigencias de todo el país, informó la secretaria de Trabajo y Previsión Social (STPS), Luisa María Alcalde Luján.

En el marco del foro sobre Mujeres Sindicalistas, la funcionariaexpuso que “las mujeres no solamente van a estar en las directivas, van a integrar las comisiones revisoras de los contratos colectivos, van a negociar los contratos colectivos de sus empresas, de sus industrias y de sus instituciones”, afirmó.

De acuerdo con datos de la Dirección General de Registro de Asociaciones, en 2019, cuando se aprobó la reforma laboral, la presencia de mujeres era de 275 ocupando una de las carteras de mayor importancia dentro de la organización sindical (secretaría general) y 39 en representaciones seccionales.

Al respecto, la secretaria de trabajo expuso que la reforma laboral ahora busca equidad, es decir que “si en una empresa, en un centro de trabajo, hay 30% de mujeres trabajando, pues tiene que haber por lo menos 30% de las carteras de la directiva sindical representada por mujeres, pero que si hay un sindicato donde hay 70% de mujeres, ello quiere decir que en la directiva sindical, en sus Carteras, es sus espacios, tiene que haber una representación del 70%, eso se estableció en la Ley Federal del Trabajo, es una obligación que hoy tienen que respetar los sindicatos”.

Informó que también se ha avanzado en la incorporación de mujeres al mercado laboral, más de un millón 200,000 mujeres se han incorporado”; no obstante, la participación de las mujeres sigue siendo menor: 46 por ciento.

En un acto, al que acudieron mujeres de todas las corrientes sindicales, ya sea de la CTM, CATEM, la CROC, o independientes, la titular del trabajo expuso que “hoy parece sencillo que estemos aquí representados, no solamente gobierno e instituciones, sino mujeres de diferentes trincheras, y lo increíble de que esto pueda suceder y que antes era impensable que unos se mezclaran con otros, tiene que ver con que hoy existen reglas de libertad y democracia, y que quede claro que sí, competir por un contrato colectivo, presentarse un recuento, de discutir sobre diferentes visiones, pero todo ello en el marco de un de una verdadera libertad y democracia”.

Al calificar de histórico e inédito que exista un diálogo plural y amplio de mujeres protagonistas en la vida sindical, y con la pretensión de ser el impulso de una agenda común de todas las mujeres sindicalistas en favor de la igualdad, insistió en “construir una agenda de mujeres que convenzan a hombres y que impulsen un mercado laboral distinto, más equitativo, más justo donde todas seamos iguales”.

Lo que unifica a todas es el deseo de hacer del sindicalismo la vía idónea para mejorar nuestra calidad de vida, expresó.

Con la política de salarios mínimos recuperamos 90% del poder adquisitivo, y se ha reducido 20% la brecha salarial entre hombres y mujeres, pero aún “ganamos 1.3 veces menos que los hombres y eso lo tenemos que ver reflejado en el impulso de una política de igualdad salarial en los contratos colectivos y en las negociaciones colectivas” enfatizó.

En materia de violencia hacia las mujeres en los centros de trabajo remarcó la ratificación del convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo y la implementación de protocolos obligatorios de atención para todas las empresas, pero todavía, -dijo- “tres de cada 10 mujeres mencionaron haber sufrido acoso o violencia en sus lugares de trabajo”.

Por: María Del Pilar Martínez / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Hay-5313-mujeres-en-dirigencias-sindicales-de-todo-el-pais-tras-la-reforma-laboral-Luisa-Maria-Alcalde-20230312-0026.html