Creemos sindicatos nuevos

Esta semana concluyó el plazo para que los sindicatos reales se separaran de los simulados. Para identificar a los reales se les pidió una labor sencilla: que los trabajadores ratificaran su apoyo al sindicato en una votación libre y secreta. Se les dieron cuatro años para lograrlo.

El resultado destapó la cloaca de la putrefacción sindical que existe en México. El 86 por ciento de los contratos colectivos de trabajo eran ficticios 1. La abismal mayoría de contratos colectivos eran los patrones poniéndose de acuerdo con seudolíderes sindicales para oprimir al trabajador.

La ratificación fue un proceso histórico. Sin embargo, no es posible todavía cantar victoria. Hay tres aspectos claves sobre los cuales debemos movilizarnos.

Primero, necesitamos más sindicatos nuevos. Muchos de los sindicatos charros sobrevivieron la ratificación porque no hubo sindicados vanguardistas que les hicieran competencia. No se han conformado movimientos nuevos que reten a los de siempre. Quizá esto se deba al temor que empleadores y charros han infundido en quien busca hacerlo.

Urge derrotar el temor. Ya hay quien lo ha hecho. Estamos atestiguando el surgimiento de organizaciones laborales innovadoras. Ejemplos de ello son Ángel Pazos, del Sindicato Nacional de Personas Trabajadoras de Organizaciones de la Sociedad Civil; Sergio Guerrero, de la Unión Nacional de Trabajadores por Aplicación; y las tres secretarias generales del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar. Más deben surgir.

Segundo, debemos dar mayor seguimiento a las ratificaciones, pues algunas despiertan sospechas. El Centro de Apoyo para la Libertad Sindical (CALIS) mostró que algunas empresas lograron ratificar con muy pocos votos. Por ejemplo, Cemex de Baja California lo hizo con cuatro votos. Otros casos de votaciones escuetas se dieron en Metalsa, FTS Automotive y Green Metals Mexico.

Los consumidores pueden organizarse para identificar y boicotear a las empresas que hayan incurrido en irregularidades. Por ejemplo, Calis estimó que en cinco por ciento de las ratificaciones votó cien por ciento de los trabajadores. Esto huele mal. Supone que en plantas con miles de trabajadores ni una sola persona faltó a trabajar.

Finalmente, se debe crear una fuerza de observadores de elecciones sindicales. Como ha identificado el Consejo Independiente de Expertos Laborales de México en EU, los sindicatos organizaron y sancionaron las elecciones ellos mismos, lo que puede prestarse a conflicto de interés. Además, en tres por ciento de los casos, los datos de participación y votación de las ratificaciones no se han hecho públicos, según CALIS.

Hay esperanza de que surja un nuevo sindicalismo porque hay mucho margen de mejora. Hoy sabemos que solo 10.1 por ciento de los trabajadores están sindicalizados de verdad, una tasa menor que la del Congo o Bangladesh 2. En promedio, en el mundo la tasa es de 18.2 por ciento 3.

Urge crear un neosindicalismo para mejorar la distribución de la riqueza. En México solo 35 por ciento del valor generado por una empresa se reparte a los empleados por medio de salarios u otros pagos (OIT, 2021). Esto significa que nuestro país les da menos que 91 por ciento de los países del mundo. Hay que cambiarlo.

1 (20 mil contratos ratificados de 141 mil, STPS)

2 (39.8 millones de trabajadores [ENOE 4T-2022], 4 millones de sindicalizados ratificados [STPS]. Sindicalización internacional [OIT])

3 (Ponderados por número de trabajadores [OIT])
Por: Viri Ríos / Milenio

Fuente: https://www.milenio.com/opinion/viri-rios/no-es-normal/creemos-sindicatos-nuevos

Termina era de contratos laborales de protección

A partir del último minuto de este lunes 1 de mayo quedaron sin efectos alrededor de 119,000 contratos colectivos de trabajo en México, ya que no fueron puestos a consulta como lo solicitó el poder legislativo para transitar al nuevo modelo laboral.

De acuerdo con las propias autoridades laborales del país, la gran mayoría de esos instrumentos legales eran considerados como “contratos de protección”, que es el término que se acuñó para referirse a los contratos colectivos negociados por organizaciones sindicales afines a espaldas de los trabajadores.

La estadística de los 119,000 contratos que desaparecen fue informada por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, tras destacar que la depuración de contratos colectivos es un proceso que se llevó cuatro años “y que hoy la radiografía del mundo del trabajo revela qué hay alrededor de 6,000 sindicatos, federales y locales, con representación efectiva, para 4 millones de trabajadores en el país con 20,000 contratos vigentes”.

Los contratos que permanecerán vigentes son únicamente aquéllos que fueron legitimados, es decir, que fueron votados por los trabajadores conforme las nuevas reglas de democracia sindical vigentes a partir de la reforma laboral del 2019, como la que establece el requisito del voto libre y secreto o la máxima publicidad de los contratos colectivos.

A partir del 2 de mayo, a los Contratos Colectivos de Trabajo (CCT) No legitimados o que fueron rechazados mediante voto personal, libre, directo y secreto por las y los trabajadores, les sucederá lo siguiente:

1) Se darán por terminados; 2) El sindicato pierde la administración del CCT y todos los derechos asociados al mismo (cuotas y licencias sindicales, además del manejo de prestaciones asignadas por el patrón al sindicato; 3) La empresa debe respetar todos los derechos y prestaciones establecidas en el CCT en favor de las y los trabajadores; 4) Los sindicatos interesados en firmar un nuevo CCT deberán acreditar ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) el respaldo de al menos 30% de las y los trabajadores para obtener la Constancia de Representatividad; 5) Mientras no exista un CCT, la empresa debe adoptar una política de neutralidad; es decir, dar un trato igualitario a todos los sindicatos que tengan agremiados en la empresa, sin tomar represalias, ni discriminar a ningún trabajador.

Mientras que las próximas acciones administrativas serán: la publicación del acuerdo de conclusión del proceso de Legitimación de los Contratos Colectivos de Trabajo en el Diario Oficial de la Federación. La publicación del listado de CCT legitimados y en trámite de legitimación hasta el 31 de julio de 2023.

La autoridad también publicará una base de datos para consultar los CCT depositados ante el CFCRL (legitimados y no legitimados). También se pondrá a disposición del público un buzón de atención, orientación y quejas.

Por: Pilar Martínez / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Termina-era-de-contratos-laborales-de-proteccion-20230501-0085.html

Legalidad, democracia, libertad sindical y justicia para los trabajadores: AMLO

Al hacer un recorrido histórico por los abusos contra los trabajadores durante los años que gobernó el país Porfirio Díaz, y ejemplificar con dos referentes en la lucha obrera nacional: Cananea y Río Blanco, que fueron antecedente de la Revolución, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó la trascendencia de los trabajadores y que a diferencia del periodo neoliberal –al que comparó en materia de limitaciones a derechos laborales con el porfiriato—, en su gobierno se les ha dotado de diversos derechos.

Esta tarde, el mandatario federal conmemoró el Día del Trabajo en Palacio Nacional, a una reunión a la que fueron citados los líderes de centrales obreras y otros sindicatos del país. En un largo discurso previo a la comida para celebrar la efeméride, López Obrador enlistó algunos de los avances en materia laboral que se han dado durante su administración, a diferencia del periodo neoliberal, donde, dijo, se perjudicó a la clase trabajadora.

“Ahora las cosas son distintas: el gobierno actúa con independencia, como verdadero juez y no está sólo al servicio de empresarios o de banqueros; el salario mínimo ha aumentado en 90 por ciento en términos reales, como nunca en la historia reciente; se ha incrementado el reparto de utilidades; hay condiciones favorables para que los trabajadores democraticen sus sindicatos, con el voto libre y secreto.

“Los servidores públicos de la Secretaría del Trabajo no son impuestos por los potentados, ya eso no pasa, ni volverá a pasar; no se permiten abusos contra los asalariados; hay elecciones con voto libre y secreto en las organizaciones sindicales; los contratos colectivos se someten a consulta con los obreros; y en este nuevo ambiente de verdadera legalidad y justicia, sin que se le impida a nadie manifestarse y ejercer su derecho de huelga, prácticamente no hay protestas sindicales”, expuso el jefe del Ejecutivo federal.

Afirmó que durante los 36 años de neoliberalismo en México, una constante de esos regímenes fue “quitar derechos y conquistas a la clase trabajadora”. Sobre todo, enfatizó, se limitó “de manera brutal e injusta” el aumento al salario mínimo, al grado que en ese periodo el poder adquisitivo de los trabajadores se redujo hasta en 70 por ciento.

“La justificación de esta infamia era que el aumento al salario ocasionaba inflación; una gran mentira, un vil sofisma de la tecnocracia al servicio de la oligarquía que en ese entonces mandaba en México”.

Agradeció a los dirigentes sindicales porque, dijo, ha contado con su comprensión y apoyo para emprender las acciones en favor de los trabajadores, “independientemente de las banderías partidistas como aquí se ha mencionado, siempre he tenido el apoyo de ustedes, el tiempo que llevo gobernando el país. Pueden estar seguros de que, bajo los mismos criterios de legalidad, democracia, libertad sindical y justicia para los trabajadores, nos seguiremos conduciendo en el resto del tiempo que nos queda de mandato”.

El mandatario se dijo seguro que continuará teniendo el apoyo, cooperación y solidaridad de los líderes gremiales en particular y de la clase obrera del país en general.

“De mi parte, ustedes siempre encontrarán extendida mi mano abierta y franca en señal de amistad y compañerismo. Somos distintos porque somos libres y somos demócratas, pero nos debe unir siempre y eso es lo que estamos demostrando, el amor al pueblo y a la patria. Cuando se tienen ideales son más importantes las causas que se defienden que el carácter, el habla o el temple de los dirigentes”.

López Obrador hizo un largo recorrido histórico para recordar dos episodios que marcaron la lucha obrera en el país: las huelgas de Cananea, en 1906 en Sonora, y la de Río Blanco, entre 1906 y 1907 en Veracruz.

“Para hacer valer la justicia, y en especial la justicia laboral y agraria, se hizo la Revolución Mexicana; fue la primera en el mundo por su dimensión social y la más profunda por su vocación humanista. Todavía no se llevaban a cabo las más transcendentes reformas en materia laboral, cuando ya Francisco I. Madero, que no era precisamente socialista, creó durante su gobierno el Departamento del Trabajo y consta que hasta el 16 de septiembre de 1912 intervino en la solución de por lo menos 70 huelgas, casi todas en la industria textil. En estos casos, sin usar la fuerza, se celebraron acuerdos entre obreros y patrones para la reducción de las jornadas de trabajo a diez horas diarias y con incrementos de salarios del diez por ciento”.

El presidente remarcó que el paso más importante en materia de derechos laborales se alcanzó con la aprobación del artículo 123 de la Constitución de 1917.

“Allí quedaron establecidos el salario mínimo, justo y remunerador; la jornada de ocho horas; el día de descanso obligatorio; que las mujeres, durante los tres meses anteriores al parto, no desempeñarían trabajo físico y en el mes siguiente del parto disfrutarían de descanso total, así como tiempo libre para amamantar a sus hijos en el periodo de lactancia; asimismo, se estableció que para trabajo igual debería corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni nacionalidad; se estableció reparto de utilidades; las hora extra de trabajo se debían pagar cien por ciento más que una jornada normal; habitaciones, servicios médicos y unidades recreativas en centros de trabajo; responsabilidad de empresarios por accidentes y enfermedades de los trabajadores; indemnizaciones por muerte o incapacidad; derecho a la formación de sindicatos; el reconocimiento del derecho de huelga; la creación de juntas de conciliación y arbitraje; el establecimiento de cajas de seguros populares en beneficio de los trabajadores; asimismo, se consideraron como de utilidad social las cooperativas para la construcción de viviendas, entre otras prestaciones”.

Agregó que ninguno de estos derechos existía durante el porfiriato. “Es indudable que la lucha del pueblo por su emancipación, acompañada por las sinceras convicciones de sus dirigentes, dio lugar a conquistas sociales muy importantes que marcaron con claridad la diferencia entre el periodo revolucionario y el porfiriato”.

Rememoró las palabras de Jesús Silva Herzog quien criticaba a “los reaccionarios” que “ignorantes y obstinados, siguen pensando que aquel tiempo en que gobernó al país el general Díaz, fue el mejor de México en toda su historia. Hay insensatos, parece mentira –señalaba don Jesús–, que niegan el desarrollo de la nación alcanzado en los últimos lustros; más para un hombre progresista de nuestros días, el balance del porfirismo arroja números rojos. Si no hubiera sido así no habría estallado la Revolución”.

En ese sentido, el presidente afirmó que fue “por el sacrificio de los mexicanos que participaron en esa gesta histórica, no por concesión gratuita, (que) se creó un nuevo orden social con mayor movilidad y justicia”.

No dejó de lado aclarar que también que con los gobiernos posrevolucionarios surgieron el Instituto Mexicano del Seguro Social y el Infonavit, entre otras instituciones de apoyo a la clase obrera.

Por: Emir Olivares y Alonso Urrutia / La Jornada

Foto: María Luisa Severiano / La Jornada

Fuente: https://www.jornada.com.mx/notas/2023/05/01/politica/destaca-amlo-avances-de-su-administracion-en-materia-laboral/

Legitimados, 15,800 contratos colectivos

La titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde Luján, anunció que al concluir el plazo este 1 de mayo, se legitimaron y seguirán vigentes 15 mil 800 de un total de 140 mil contratos colectivos de trabajo existentes.

Advierte que los contratos que no hayan aprobado este proceso se darán por terminados.

“Los contratos legitimados tienen salarios 19% superiores a aquellos que no se legitiman, y esto es obvio porque los contratos de protección tienen las peores condiciones, son los que tienen los peores salarios, son los que tienen, en realidad, derechos mínimos de ley, entonces vamos a lograr limpiar los contratos de protección y con ello impulsar la negociación colectiva auténtica”, puntualiza.

Destaca que cerca de cuatro millones de trabajadores sindicalizados en el país fueron convocados para estas consultas.

Subraya que muchos de los contratos colectivos son simulados, por lo que lo importante es que han sido consultados cerca de cuatro millones de trabajadores y se va a garantizar que cuando exista un contrato colectivo “se trate de uno vivo, donde realmente hay negociación colectiva, donde se revisan los salarios y se revisan los contratos y no este universo gigantesco de contratos de protección que, en realidad, como su propio nombre lo indica, protegían a las empresas de que no hubiese una verdadera negociación”.

Por: Pulso Diario de San Luis

Fuente: https://pulsoslp.com.mx/nacional/legitimados-15800-contratos-colectivos/1652709

“Los líderes sindicales que no se renueven se tendrán que retirar”: CFCRL

El director del Centro de Conciliación, Alfredo Domínguez Marrufo, considera que tras la legitimación de los CCT, México entró a una nueva etapa donde el sindicalismo tendrá que ser realmente cercano a la gente, pues ya no hay espacio para la simulación.

“Un cambio importante de la reforma laboral es que los líderes sindicales están viendo que deben renovarse o van a tener que retirarse”, afirma Alfredo Domínguez Marrufo, director general del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL). Las nuevas reglas de democracia sindical y negociación colectiva en el país son una oportunidad para que las organizaciones gremiales retornen a su origen, opina.

“En lugar de voltearse hacia las autoridades o las empresas y seguir con ese esquema de simulación y de corporativismo, hoy los sindicatos tienen que ir a las bases para demostrar que realmente están velando por sus derechos e intereses y que están cumpliendo con su función”, dice en conversación con El Economista.

La reforma laboral de 2019 culminó su último trámite este 1 de mayo, la fecha límite para que los sindicatos registraran las consultas de contratos colectivos de trabajo (CCT), un ejercicio para que los trabajadores respalden o rechacen las condiciones laborales negociadas por su asociación mediante voto personal, libre, directo y secreto, uno de los grandes cambios de las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo.

Hasta el 31 de julio se podrán realizar las consultadas registradas. Los contratos colectivos que no se registraron para la votación o que no contaron con el respaldo de la fuerza laboral, desaparecerán, aunque se conservarán las prestaciones. El CFCRL estima que serán entre 20,000 y 21,000 los CCT legitimados, sólo el 15% del universo total registrado en el país.

Domínguez Marrufo considera que después de esta fecha, México entrará en una etapa en la que la figura de los sindicatos se tendrá que “reposicionar” y estar cerca de los trabajadores si desean contar con su apoyo.

Aunque es arriesgado asegurar que la tasa de sindicalización en el país se fortalecerá, la cual se encuentra actualmente en un nivel de 12.7%, el director general del CFCRL no descarta que las nuevas reglas de negociación colectiva puedan generar una mayor aceptación de las organizaciones gremiales en la medida que se respete la participación de los trabajadores y exista una mayor cercanía con sus representantes.

“En la medida que los sindicatos se conviertan realmente en el instrumento para defender, proteger y mejorar los derechos de los trabajadores, tendrán más legitimidad y los trabajadores lo van a ver como un mecanismo útil para sus acciones colectivas”, asegura.

Hasta ahora, son menos de 300 los CCT que no se han legitimado. Ésta es una cifra positiva, comenta Alfredo Domínguez, pues refleja que los trabajadores sindicalizados perciben que es mejor contar con un contrato colectivo que contenga prestaciones superiores a la Ley.

El funcionario federal confía en que la participación activa de los trabajadores con las nuevas reglas de negociación colectiva generará mejores condiciones laborales en el país.

Justicia laboral con acceso para todos

En tanto, Alfredo Domínguez subrayó que el nuevo modelo de justicia laboral no distingue entre trabajadores formales e informales, y mientras exista subordinación y un empleador, cualquier trabajador puede acudir a un centro de conciliación federal o local si se presenta la violación de sus derechos.

“Hay mucho empleo informal donde sí existe trabajo subordinado y hay una relación laboral. Mientras exista una persona que les pague un sueldo, pueden acudir a un centro local, si se trata de una industria local, o al centro federal, si es una industria federal”, puntualiza.

Las cifras del CFCRL indican que el 75% de los conflictos entre trabajadores y patrones se resuelven por la vía de conciliación; es decir, sin un juicio y un plazo menor a 45 días. Con estos resultados, el nuevo modelo de justicia alcanza la tasa adecuada para evitar que los tribunales laborales se saturen y ocurra lo mismo que pasó con las Juntas de Conciliación y Arbitraje: resoluciones sumamente tardadas.

Domínguez Marrufo considera que la clave para mantener estos números será que”tanto trabajadores como empleados se sensibilicen que lo mejor en cualquier conflicto es llegar a un acuerdo conciliatorio justo y equilibrado”. Esto es así, pues la conciliación es la principal apuesta del nuevo mecanismo para solucionar problemas entre empresas y empleados.

Por: Gerardo Hernández / El Economista

Fuente: https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Los-lideres-sindicales-que-no-se-renueven-se-tendran-que-retirar-CFCRL-20230501-0043.html

Los sindicatos promotores del cambio laboral en México: STPS

En el marco de la conmemoración del Primero de Mayo, Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo y Previsión Social reconoció a los sindicatos de diversas corrientes del país se hayan sumado a la transformación del mercado laboral en México, «sin ustedes no habría sido posible».

La pluralidad de sindicatos hoy presentes, sindicatos de diversas corrientes de pensamiento que en el pasado hubiese sido difícil ver en la misma mesa o en el mismo espacio, reflejan la transformación que estamos viviendo y ponen de manifiesto que cuando las reglas democráticas son claras hay espacio para el entendimiento», apuntó Alcalde, en n Palacio Nacional.

Dijo que de la mano de las organizaciones sindicales, se ha dado un giro radical a la política laboral en México bajo la premisa de que no se puede hablar de crecimiento económico si ese crecimiento no se ve reflejado en el bolsillo de los trabajadores, y que de poco o nada sirve atraer inversión y generar empleos cuando éstos, lejos de abonar al desarrollo, profundizan las desigualdades.
 

«Estamos demostrando con hechos y no con palabras, que una política de recuperación e incremento salarial, de defensa de los derechos de los trabajadores, de garantías de libertad y democracia en el trabajo, y de una negociación colectiva auténtica, lejos de generar inestabilidad y ahuyentar inversiones, como se repitió y repitió durante los 40 años del periodo neoliberal, han traído resultados que, pese a la pandemia, no habíamos visto en décadas: máximos históricos de empleo formal y máximos históricos de salario promedio ayudan a sentar las bases de un modelo nuevo donde nunca más las y los trabajadores sean ignorados o puestos en segundo plano», afirmó frente a líderes sindicales.

Recordó que el 17 de diciembre de 2018, con la decisión unánime de la CONASAMI de apoyar la propuesta del Presidente López Obrador, inició la ruta hacia la recuperación del salario mínimo en México con un incremento del 16% a nivel nacional, y del 100% en los 43 municipios ubicados en la Zona Libre de la Frontera Norte. 

Un año después, dijo, con resultados en mano, «demostramos que los municipios fronterizos, en donde se había duplicado el salario mínimo, registraron niveles inflacionarios por debajo del resto del país, y que en esta región, el empleo continuó creciendo por encima del promedio nacional». 

«Estos datos evidenciaron el mito del fantasma inflacionario y fueron aislando las voces que lo pregonaron, permitiendo convencer y lograr incrementos que en 4 años y medio han recuperado 90% del poder adquisitivo del salario mínimo y 186% en la Zona Libre de la Frontera Norte», destacó. 

 Alcalde afirmó que  de la mano de los sindicatos, se avanzó en acabar con la subcontratación en México, porque otra de las ideas estelares del neoliberalismo consistió en dar facilidades para flexibilizar las relaciones laborales y extender el outsoursing en todos los sectores de la economía. 

«Jóvenes engominados con portafolios elegantes ofrecían a las empresas las ventajas de triangular a su personal y ahorrarse con ello obligaciones de seguridad social y el reparto de utilidades. Hace apenas unos años, veíamos empresas que concentraban nóminas de 100 mil o 150 mil trabajadores que, con la comodidad de un click, daban de baja para interrumpir su antigüedad y anular su estabilidad laboral», lamentó. 

A dos años de distancia, dijo,  3 millones de mujeres y hombres que eran rehenes de este esquema fraudulento han sido reconocidos por sus verdaderos empleadores. 

Además, apuntó la secretaria del Trabajo, también se ha avanzado en rescatar el derecho constitucional al reparto de utilidades.

«De 2021 a 2022, el reparto de utilidades creció 109%, pasando de 87 mil millones a 183 mil millones de pesos. La cantidad de dudas, denuncias y solicitudes que llegan a la Secretaría del Trabajo diariamente dan cuanta de que hoy es un derecho vivo», aseguró. 

Por: El Pulso Laboral

Fuente: https://elpulsolaboral.com.mx/sindicatos/29726/los-sindicatos-promotores-del-cambio-laboral-en-mexico-stps

Ninguna democracia completa si las mujeres no estamos ahí: Inés González

La importancia de las mujeres sindicalistas y la visibilización de las necesidades de las mujeres en el Día Internacional de las Trabajadoras: una lucha contra la violencia de género y la explotación.

¿Cuál es la realidad en torno a la democratización, la paridad de género y los espacios libres de violencia en los sindicatos de nuestro país? Los desafíos para alcanzar esta triada son múltiples y, con ello, las consecuencias también; en el marco del Día Internacional de las y los Trabajadores una de las interrogantes sobre la mesa es, ¿quiénes se encuentran a la defensa de las millones de mujeres en situación de violencia y explotación laboral? ¿Los charros, figura masculina que hace alusión a los líderes sindicales que lucran con su posición, se alinean a los intereses del Estado y ejercen violencia?

La lucha feminista y la lucha obrera, históricamente han ido de la mano en nombre de la emancipación de las mujeres, los derechos laborales, la erradicación de la explotación y el cierre de la brecha salarial. La perspectiva de género, en este sentido, se vuelve la herramienta idónea para generar los espacios propicios para todas las trabajadoras en nuestro país; sin embargo, si desde las posiciones de poder hay una ausencia de este conocimiento, de manera escalonada se favorece la perpetuación de la violencia y la invisibilización del trabajo de las mujeres obreras.

 

“Los sindicatos se van a fortalecer siempre y cuando reconozcan que la participación de las mujeres es fundamental, ninguna sociedad se puede desarrollar de manera sostenible si no cambia y aumenta la distribución de oportunidades” (Inés González, Coordinadora de Diálogo Sindical y de Género de la Fundación Friedrich Ebert en México).

 

¿Cuál es el panorama para las mujeres sindicalistas?

 

Para entender este fenómeno, La Cadera de Eva entrevistó a Inés González coordinadora colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas quien señaló que históricamente existe un reconocimiento de que las mujeres pueden ser dirigentes sindicales, especialmente, si se observa que existe una participación femenina del 8%.

“El que no exista este reconocimiento y que no se le brinde la oportunidad a las mujeres a participar es algo que todavía tenemos que trabajar porque no hay resultados reales”, explicó la sindicalista.

 

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Y es que, desde su perspectiva, no sólo se trata de que exista la paridad de género de la que se habla en las reformas a la Ley del Trabajo de 2019, sino que queda aún un camino por recorrer; en primera instancia, no debería de ser una ley la participación de las mujeres, por el contrario, se trata de un derecho humano y, en segundo lugar, es necesario generar espacios propicios libres de violencia para el libre ejercicio sindical, explica Inés González.

Con frecuencia se aborda el tema del 50/50 en las instituciones gubernamentales y, si bien, esto representa un gran acierto para la política, las mujeres deben de gozar de la misma libertad de participación. Por ejemplo, al interior de los sindicatos la postura de una mujer no es tomada con la seriedad suficiente, además de que viven acoso sexual, estigmatización, discriminación y exclusión. La mujer, aunque esté presente, se mantiene subordinada a un sistema patriarcal que obstaculiza su ejercer, como lo explica la coordinadora colegiada de la Red de Mujeres Sindicalistas:

 

“Las mujeres tienen que estar ahí para imprimirle otro enfoque a la lucha sindical de nuestro país, es una discriminación inminente la que viven las mujeres, porque se tiene un pensamiento androcéntrico de que la política es por y para hombres y claro que cuando las mujeres se atreven (a participar) pues les pasa de todo, burlas, acoso, hostigamiento, descalificaciones, les piden que se vayan a sus casas, cuando una mujer sube a tomar el micrófono empiezan los chiflidos de que está bonita y no entienden el aporte de su discurso”, menciona Inés González.

 

La violencia que viven las mujeres sindicalistas no es mas que el espejo de una sociedad violenta que posee una profunda carga patriarcal y que se refleja en la vida cotidiana de otras mujeres. En entrevista para La Cadera de Eva, Olga, una enfermera afiliada al sindicato del Instituto Mexicano del Seguro Social y que desempeña su labor al norte de la capital señala que una práctica común como defensora de los derechos del trabajador es que no la consideren lo suficientemente capaz.

Desempeñándose en el turno nocturno, comparte que a veces se encuentra sola en ese turno y, cuando es requerida para mediar una situación, sus compañeros le exigen tratar con un hombre, pues no desean tratar con ella, la cuestionan y excluyen.

“Siento que no tenemos el apoyo de los demás delegados hombres, muchas veces en el turno nocturno estamos solas en caso de agresiones. ¿Nos protegen?: no lo creo. Te piden hablar con otros hombres porque creen que tú no vas a luchar y no es así, las mujeres también luchamos y les buscamos soluciones a sus problemas, algo que nuestros compañeros no hacen”, explica en entrevista.

 

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Su testimonio es uno de tantos que muestran cómo la violencia de género se instaura desde los altos puestos de los sindicatos, atraviesa a las mujeres afiliadas en sus centros de trabajo y finalmente, trastoca a quienes deben ser defendidas y tomadas en cuenta: las obreras mexicanas.

En ese sentido, Inés González acota que se trata de múltiples luchas pues, al interior del Comité Ejecutivo de los sindicatos no toman en cuenta las propuestas de las mujeres y cuando se logra convencer de impulsar un proyecto, los líderes lo postergan señalando que no hay presupuesto suficiente. Posteriormente, se libra otra lucha contra otros compañeros, incluso de la misma bancada, quienes carecen de perspectiva de género y ejercen sus funciones sin considerar la interseccionalidad, es decir, las condiciones que atraviesan a cada persona de manera particular.

Con tanto qué trabajar y con un registro tan amplio de la violencia patriarcal que vive la mujer sindicalista, se podría pensar que existe un órgano especializado en género que sirva como refugio para ellas, protección, de acompañamiento y ponga un freno importante, sin embargo la respuesta es no, no existe una comisión de este corte.

Durante la conversación con Olga se le cuestionó si sabía quién la protegía, cuál era el protocolo o con quiénes podría acercarse en caso de violencia de género, hostigamiento o acoso sexual; no sabía y reconoció que no había órgano que velara por ella y sus compañeras enfermeras sindicales.

 

“No existe un órgano que proteja a las sindicalistas, por eso es tan importante que también los sindicatos creen estos protocolos para atender la discriminación para todas las personas, pero principalmente, para las mujeres. Estamos muy atrasados en ese sentido de no tener instancias para la atención de la violencia (…) creo que tiene qué ver con muchas cosas, entre ello, la falta de presupuestos”, explica Inés González al abordar la misma pregunta.

 

Generar protocolos es una cuestión prioritaria para Inés González, pero no sólo se debe atender en papel o dejar una queja, sino que se debe de ofrecer una resolución contundente al problema pero no existe experiencia en los sindicatos para abordar estas cuestiones, por lo que, desde la perspectiva de la sindicalista, «se cierran los ojos para no ver la realidad». 

 

Abriendo el panorama: mujeres costureras

 

El 57% de las personas que trabajan en la industria textil son mujeres y son precisamente ellas quienes se enfrentan a la mayor precarización laboral, no poseen contratos fijos, vacaciones establecidas y viven situaciones de violencia con su empleador, por ejemplo, amenazas y castigos.

Trabajando hasta 18 horas consecutivas en las maquilas, las mujeres presentan altos niveles de estrés, ansiedad, insomnio y enfermedades derivadas del sedentarismo al pasar la mayoría del día sentadas, algunas veces, sin poder levantarse de su silla.

 

Desempeñan sus labores en fábricas insalubres, zonas altamente inseguras, sin equipo de protección suficiente, acceso a espacios verdes e incluso, sin servicios básicos como el agua. En ese sentido, es importante destacar que 3 de cada 10 mujeres trabajadoras en nuestro país no cuenta con un baño limpio, agua, jabón ni productos de gestión menstrual de libre acceso, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Gestión Menstrual (ENGM).

A pesar del Nuevo Modelo Laboral del 2019, las violencias sistémicas se mantienen vigentes en la vida de las trabajadoras mexicanas: se desconoce su experiencia, vivencias, violencias y cómo se enfrentan a una opresión que las mantiene sujetas a jornadas de casi 24 horas y abuso de los jefes de producción.

 

“El cuerpo de la mujer es la última frontera del capitalismo”. (Filósofa Silvia Federici).

 

Finalmente, es necesario hacer hincapié en que mientras exista una participación mínima de mujeres en los sindicatos de trabajadores, la lucha obrera continuará desconociendo que las mujeres trabajadoras también existen y resisten a una precarización laboral inconcebible. La mirada de las mujeres sindicales y de la disidencia sexo genérica permite quitarse la ginopia y comenzar a poner el foco en cuestiones prioritarias como la violencia de género, la salud menstrual digna o visibilizar el trabajo no remunerado y de cuidados.

 

“Las mujeres necesitamos tener espacios libres y armónicos, lejos de la violencia laboral y sexual porque no habrán mejores condiciones laborales ni una democracia completa si las mujeres no estamos ahí. Es momento de que tomemos en nuestras manos la reforma laboral del 2019 y la hagamos cumplir, sé que no es fácil, pero hay que atrevernos a apropiarnos de los espacios y transformar la realidad” (Inés González, Coordinadora de Diálogo Sindical y de Género de la Fundación Friedrich Ebert en México).

Por: La Cara de Eva

Fuente: https://lacaderadeeva.com/actualidad/ninguna-democracia-completa-si-las-mujeres-no-estamos-ahi-ines-gonzalez/7474

Concluye etapa de Reforma Laboral de 2019

Este 1o de mayo en punto de las 23:59 horas terminó el plazo para que los sindicatos de todo el país realizaran el trámite de registro para llevar a cabo el proceso de Legitimación de sus Contratos Colectivos de Trabajo (LCCT), cumpliendo así con uno de los mandamientos más importantes de la Reforma Laboral de 2019.

A lo largo de cuatro años, primero la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y después el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL) se hicieron cargo de registrar las consultas, verificar las votaciones y dictaminar sobre la validez de todo el procedimiento de legitimación.

Con la publicación del Acuerdo de conclusión del plazo que tenían los sindicatos para registrar sus procedimientos de LCCT en el Diario Oficial de la Federación, se da cumplimiento al Artículo 11 transitorio del Decreto de reforma a la Ley Federal del Trabajo de 2019 y a los compromisos internacionales asumidos por México en el marco del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.

En el documento se incluye el listado de Contratos Colectivos de Trabajo legitimados, así como los que se encuentran en trámite de legitimación, los cuales tendrán hasta el 31 de julio de 2023 para desahogar sus consultas, en el que las y los trabajadores decidirán por voto personal, libre, secreto y directo si respaldan o no su contrato colectivo.

El extracto del Acuerdo por el que se dan a conocer los contratos colectivos de trabajo legitimados y la terminación de los que no fueron legitimados ni registrados para su consulta al primero de mayo de dos mil veintitrés puede consultarse en la siguiente liga: https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5687288&fecha=02/05/ 2023#gsc.tab=0

La versión íntegra del Acuerdo está disponible en:

https://www.dof.gob.mx/2023/CFCRL/acuerdo-terminacion-CCT.pdf

Los contratos colectivos de trabajo legitimados podrán consultarse en la página de internet: https://centrolaboral.gob.mx/listado-cctlegitimados/

Por: El Pulso Laboral

Fuente: https://elpulsolaboral.com.mx/mercado-laboral/29731/concluye-etapa-de-reforma-laboral-de-2019